Y un día la destrucción y ocupación de humedales se notó

Luego de intensas lluvias en Chajarí, la destrucción de lagunas de contención de lluvias y humedales con fines inmobiliarios ha generado preocupaciones significativas.

Estos ecosistemas acuáticos desempeñan un papel esencial en la prevención de inundaciones y en la recarga de las napas subterráneas. Sin embargo, la expansión urbana y el mal llamado “desarrollo” han llevado a la pérdida y degradación de estos humedales en la región.

La destrucción de estos humedales aumenta la vulnerabilidad de la comunidad local a inundaciones severas, ya que estos ecosistemas funcionan como amortiguadores naturales que ralentizan el flujo de agua durante eventos climáticos extremos. Además, la desaparición de humedales amenaza el suministro de agua dulce en la región, ya que estos sistemas actúan como fuentes de recarga de las napas subterráneas.

Para abordar esta problemática en Chajarí, es esencial cambiar el paradigma político de “La Rosca y el Arreglo” y promover políticas de conservación de humedales, detener la destrucción de estos ecosistemas y fomentar prácticas de desarrollo sostenible. La educación pública sobre la importancia de los humedales y del arbolado, también desempeña un papel clave en la concienciación y la acción para proteger estos recursos naturales vitales.

La disyuntiva es: preservación de los humedales o empeoramiento de crecidas e inundaciones.

En Chajarí este cambio es crucial para prevenir inundaciones y garantizar un suministro sostenible de agua dulce. La destrucción de estos ecosistemas debe ser abordada de manera urgente para proteger a la comunidad local y su entorno natural.

Importancia del humedal

En una época donde el cambio climático y la urbanización desmedida han desencadenado eventos climáticos extremos con mayor frecuencia, los humedales emergen como héroes silenciosos en la lucha contra las inundaciones y el sostenimiento de las napas subterráneas. Estos ecosistemas acuáticos, a menudo pasados por alto, juegan un papel vital en la regulación del ciclo del agua y la mitigación de desastres naturales. Su preservación se ha convertido en una prioridad urgente.

Los humedales, conocidos como “los riñones de la Tierra”, actúan como lagunas naturales que ralentizan y absorben el agua de las lluvias torrenciales y el deshielo de las montañas, evitando que ríos y arroyos se desborden y causen estragos en comunidades a lo largo de sus cauces. Funcionan como un amortiguador natural, frenando la corriente y permitiendo un escurrimiento paulatino.

La importancia de estos ecosistemas no se limita solo a la prevención de inundaciones. También desempeñan un papel fundamental en el ciclo del agua subterránea. Cuando las lluvias caen sobre los humedales, el agua se filtra lentamente a través del suelo y recarga las napas subterráneas. Esto es esencial para mantener el suministro de agua dulce que utilizamos en nuestras casas y para la agricultura.

FM del Este 100.5