¿En qué consiste la ganadería regenerativa y cómo captura el carbono?
Lo explica el agrónomo Maximiliano Santos, que maneja cinco campos bajo esos criterios
porRomina Ortas
“Los ganaderos estamos siendo siempre presionados cuando producimos carne: debemos mostrar si producimos un buen producto y si lo hacemos de una manera sustentable. Eso nos obliga entonces a revisar lo que hacemos, y empezamos a encontrar que lo que hacemos tiene la capacidad, por ejemplo, de fijar carbono en el suelo”, dice Maximiliano Santos, un agrónomo que administra varios campos ganaderos en la provincia de Buenos Aires y que se ha enrolado gustoso en la Alianza del Pastizal.
La captura de carbono en el suelo, entonces, se ha transformado en una de las principales estrategias de conservación que la ganadería tiene para mitigar los daños que produce, por ejemplo, con las emisiones de gases metano de los bobinos.
En la llamada Alianza del Pastizal, que agrupa a unos 700 ganaderos de todos los países del Mercosur que se definen como “regenerativos” de los suelos, ya no parece existir la contradicción entre producción y preservación del medio ambiente.
“Con la Alianza del Pastizal estamos firmando contratos para la venta de carbono, se trata de capturar materia orgánica en el suelo. Si demostras una variación positiva, una variación neta, eso se comercializa”, contó Maximiliano a Bichos de Campo. Ya hemos publicado el caso del primero de los ganaderos que buscar vender sus bonos de carbono en el mercado voluntario.
–¿Y cómo se captura carbono en el suelo?
-La forma en la que se captura carbono es a través de la fotosíntesis. En la fotosíntesis se captura dióxido de carbono de la atmosfera, se forman los azucares y cuando la planta o las raíces se degradan, ese carbono va quedando en el suelo.
-¿Entonces la ganadería puede ser amigable con el ambiente si cumple ese ciclo? ¿Y como pueden las pasturas cumplir esa función de capturar carbono si las vacas se las comen?
-La vaca no es un sujeto tan extraño. Porque toda esta zona de pastizales, la región pampeana, las grandes planicies americanas, la sabana africana evolucionaron con rumiantes que comían esos pastos, convivieron. Son parte del sistema y son necesarios, sino se acumularían pastos que se oxidarían, no se haría ese ciclo del carbono y se formarían incendios muchos más grandes que los que vemos en Rosario.
Mira la entrevista completa acá:
-¿Cambia mucho el trabajo del agrónomo respecto de un planteo ganadero tradicional?
-Sí, por supuesto, porque vos tenés por un lado toda la necesidad de monitorear un equilibrio, un balance entre la oferta forrajera que vos tenés, para mantenerlo en equilibrio con tu demanda. Y también hay una forma de comerlo, para ir rotando por las distintas pasturas, como se daban naturalmente con las grandes manadas. En África, por ejemplo, que los grandes predadores agrupaban el ganado y hacían que se junten. Al juntarse, defecan todos en un lugar, entonces dejan de comer ahí, se van a otro lugar y vuelven cuando eso se degradó todo el pasto. Y bueno, eso tratamos de simularlo.
-¿Se hace a través de un pastoreo rotativo con boyeros eléctricos?
-Exactamente. Seríamos el predador bueno que los agrupa y los rota
-¿Eso permite que se recuperen las pasturas?
-Cuando le das descanso (a los pastizales) posibilita que se maximice la captura de carbono atmosférico. Después, cuando viene el ganado, con buena disponibilidad de pasto, se acelera el ciclo de la materia orgánica. Si vos no lo comieras se oxida, se haría una degradación lentísima y terminaría en desertificación. Cuando pasa por el reservorio de microorganismos fabuloso que tienen los rumiantes internamente, eso va como orina y estiércol al suelo y se renueva el ciclo de ese pastoreo. Y otra vez vuelve a arrancar esa bomba de carbono, como se le llama. Y así es un ciclo que se repite, que se daba naturalmente en las grandes planicies y que tratamos nosotros de replicarlo al nivel de predios nuestros.
-En el caso de la empresa en que trabajas, varios campos están siendo certificados por la Alianza del Pastizal. ¿Cómo es el proceso?
-Nosotros lo hacemos en cinco campos, tres de los cuales son miembros de la Alianza, uno en Villarino, otro en Puán y otro en Benito Juárez. Lo hacemos en dos campos más que no son miembros de la Alianza, por una cuestión de que tenés que tener un mínimo de 50% del área afectada y bueno, son campos que tienen aptitud agrícola y en la parte agrícola entonces no tenemos pastizales, si bien hacemos cultivos de cobertura y una serie de prácticas, tratando también de capturar carbono y ser sustentables.
-¿Entonces la condición para formar parte de la Alianza del Pastizal es que 50% de tu campo tiene que tener pastizales naturales?
-Claro, y en esos dos campos no llegamos con ese porcentaje porque tienen que ser pastizales naturales o muy naturalizados. Pero el concepto es el mismo, porque finalmente tiene que ver con una elección de cómo queres vivir y cómo querer producir.
-¡Qué raro que como agrónomo los dueños de los campos no te digan “quiero más renta”! ¿Cuál es el click ahí?
–No hay una contradicción, porque nosotros tenemos también, el compromiso de ofrecer una rentabilidad a los accionistas.
Fuente: Bichos de Campo
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