Una mujer increpó al fiscal Luciani en un restaurante de Mar del Plata

El fiscal Diego Luciani aseguró que pasó un mal momento en Mar del Plata cuando una mujer que acompaƱaba al politólogo Artemio López, habitual encuestador del Gobierno, lo increpó en un restaurante. Por el incidente no se radicó ninguna denuncia policial.

De acuerdo con lo que trascendió, el episodio estuvo a punto de desmadrarse cuando Luciani reaccionó a una exclamación de la acompaƱante de López: ā€œA vos te va a juzgar la historiaā€. El fiscal de la causa Obra PĆŗblica respondió: ā€œA vos tambiĆ©n te vamos a juzgarĀ».

Un acompaƱante de Luciani tomó a la mujer de uno de sus brazos mientras el fiscal, en tono elevado de voz, le insistĆ­a: ā€œA vos tambiĆ©n te vamos a juzgarā€.

El hecho ocurrió el sĆ”bado en torno a las 22 en el restaurant Lo de Fran, situado sobre la Avenida de los Trabajadores al 100, de la ciudad de Mar del Plata.

Artemio López y su mujer, Clara, estaban cenando cuando ingresó Luciani, con otras cinco personas, y se sentaron a una mesa cercana.

La mujer de López expresó en voz audible ā€œquĆ© vergüenzaā€, dan ganas de vomitarā€, dirigiĆ©ndose a Luciani, quien tomó su lugar, pidió una entrada junto con sus acompaƱantes y se dispuso a cenar.

En un clima de tensión, Luciani y su grupo pidieron la cuenta sin ordenar plato principal y le manifestaron al mozo que los atendió que se habĆ­an ā€œsentido incómodosā€ por la situación.

AdemÔs, le reprocharon la familiaridad con que el mismo mozo había atendido a la pareja López.

El encuestador reveló luego a sus allegados que era la primera vez que concurrĆ­a al restaurante y que su diĆ”logo con el mozo –quien estaba sorprendido por la situación- sólo se refirió a la comida.

Luciani se quejó ante el mozo porque Artemio López ā€œse estaba riendo a carcajadasā€ y su mujer lo ā€œhabĆ­a insultadoā€.

El episodio de mayor violencia ocurrió cuando Luciani se retiraba, la compaƱera de López lo increpó y uno de los acompaƱantes del fiscal, la tomó de un brazo, en lo que pareció la antesala de una agresión.

Los comensales en el lugar comenzaron a gritar ā€œcon una mujer no!ā€, ante lo que Luciani se retiró y la situación de tranquilizó segundos despuĆ©s.

La noticia en La Capital de Mar del Plata

Tras varias jornadas agobiantes y estresantes, y habiendo sido uno de los principales actores de la investigación que terminó con una condena a 6 aƱos de prisión para la vicepresidenta Cristina Kirchmner -el Tribunal la encontró culpable de defraudación al Estado por el direccionamiento de la obra pĆŗblica en favor de LĆ”zaro BĆ”ez- el hombre optó por ā€œdesenchufarseā€Ā“el fin de semana largo en Mar del Plata. ā€œQuiero comer buen pescadoā€, le pidió al influyente polĆ­tico marplatense por telĆ©fono, quien se encargó de hacer la reserva a su propio nombre, aunque finalmente no concurrió a la cena. El sĆ”bado pasada las 22, el fiscal Diego Luciani -que volvĆ­a a ser parte de la agenda periodĆ­stica ya que se estableció que insistirĆ”n ante Casación con la acusación por asociación ilĆ­tica contra Cristina Kirchner al tiempo que pedirĆ” investiguen posibles delitos reflejados en los chats entre JosĆ© López y MĆ”ximo Kirchner-, junto a cinco personas mĆ”s ocupó la mesa reservada en el restaurante Lo de Fran, especializado en cocina de mar, en la avenida de los Trabajadores al 100.

Su presencia pasaba inadvertida y la charla en esa mesa era por demĆ”s animada. El resto de los comensales, no mĆ”s de 25 en total, ya disfrutaban algunos de los promocionados platos del lugar. Sin embargo, todos se sorprendieron cuando una mujer se levantó de otra mesa y comenzó a alzar la voz. Su compaƱero de cena, el reconocido encuestador y analista responsable de la Consultora Equis, el kirchnerista Artemio López tambiĆ©n pareció sorprenderse por la vehemencia con la cual empezó a hablar la mujer, o, mejor dicho, a increpar al fiscal Luciani. (PĆ”rrafo aparte para consignar que Luciani se estĆ” enterando a travĆ©s de estas lĆ­neas que junto a la mujer se encontraba Artemio López al que nunca identificó ya que tampoco intervino en forma directa en los incidentes). ā€œLuciani, la historia te va a condenarā€, repetĆ­a a los gritos la mujer. ReciĆ©n entonces el resto de los comensales que se encontraban en el restaurante supieron que el apuntado era el ā€œfamoso fiscalā€. De hecho, muchos lo aplaudieron y hasta algunos expresaron a viva voz un ā€œĀ”Aguante Luciani!….

ā€œNadie entendĆ­a nadaā€, reconoció ante este medio el privilegiado testigo del acontecimiento. El fiscal Luciani, lejos de amedrentarse, y pese a que desde su mesa le pedĆ­an que no reaccionara, se puso de pie y tambiĆ©n respondió alzando la voz. ā€œA ustedes los va a condenar la historia, seƱoraā€, enfatizó en dos oportunidades. Desde el exterior del local, el custodio de Luciani detectó que algo extraƱo estaba sucediendo. Ingresó raudamente y buscando poner paƱos de agua frĆ­a, alejó al hombre de la justicia separandolo a una distancia prudencial de la compaƱera de Artemio. Luciani se sentó y dirigiĆ©ndose a sus acompaƱantes fue categórico. ā€œNos vamosā€, ordenó. Ya todos enterados en el restaurante de la discusión verbal y la identidad de los protagonistas, el fiscal abandonó el lugar junto a sus cinco acompaƱantes, entre aplausos y gritos de aliento. ā€œNo aflojeā€, ā€œVaya a fondoā€ y hasta algĆŗn ā€œgracias por hacer justiciaā€ se escucharon en la ā€œretiradaā€, mientas la mujer, ahora mĆ”s calmada, se sentó junto al encuestador y siguió comiendo como si nada hubiese pasado.

Nada comentó Artemio López en sus redes sociales sobre lo sucedido, situación de la cual fue testigo directo. DĆ­as antes habĆ­a criticado con dureza el fallo del Tribunal Oral Federal N2 que condenó a la vicepresidenta. ā€œLlevamos 40 aƱos de discurso democratizante que hizo de la justicia una corporación funcional al gobierno de turno. Una ilusión. Lo que hay -escribió en su cuenta de twitter- es un aparato represivo de Estado para la reproducción de los intereses de las clases dominantes. Cristina paga el precio de enfrentarlosā€, aƱadió. En otro posteo ya habĆ­a expresado que la justicia ā€œactĆŗa como corporación al servicio del gobierno de turno cuando no se cuestionan intereses de las clases dominantes, como AlfonsĆ­n, Menem o De la RĆŗa. Surge el proyecto popular kirchnerista y la justicia se muestra como lo es: un aparato represivo del Estadoā€. En cuanto a la accidentada cena en el restaurante portuario, no hay registro fotogrĆ”fico de la encendida discusión. ā€œNos tomó de sorpresaā€, reconocĆ­an quienes, tras lo vivido, tenĆ­an una buena anĆ©cdota para relatar ante familiares y amigos.

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