Un apagón dejó a 20 millones de argentinos sin luz tras un incendio en la periferia de Buenos Aires

El Gobierno pide que la Justicia federal investigue si el fuego que comenzó en un pastizal y terminó afectando a una tercera parte del territorio nacional fue provocado

Un incendio en un pastizal en la periferia de Buenos Aires ha dejado sin electricidad este miércoles a millones de argentinos. El fuego, que el Gobierno piensa fue un incendio provocado, alcanzó líneas de alta tensión en General Rodríguez, al oeste de la capital, y desencadenó la desconexión del sistema nacional de varias centrales eléctricas por protocolos de protección. Además de gran parte de la ciudad de Buenos Aires y su periferia urbana, el apagón afectó a las provincias de Santa Fe, Córdoba, Mendoza, San Juan y algunas zonas del noroeste del país. Casi el 40% del país estuvo sin luz durante esta tarde: unas 20 millones de personas.

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Las alertas se encendieron cuando la planta nuclear Atucha I, una de las centrales eléctricas más grandes del país, dejó de funcionar de improviso sobre las cuatro de la tarde. La Secretaría de Energía informó después que respondía a un protocolo de seguridad: “Ante el desbalance, el sistema responde en forma inmediata provocando la desconexión de la generación para su propia protección”, explicaron las autoridades en un comunicado. Atucha I, una central eléctrica inaugurada en 1974 a casi 100 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, fue la primera en recibir señales del incendio que había golpeado tres líneas de alta tensión y suspendió su actividad. El sistema de interconexión del centro y norte del país replicó el protocolo.

Las causas del fuego aún no están claras y el Gobierno sospecha que el incendio fue provocado. El Ministerio de Economía y su Secretaría de Energía han pedido a un juzgado federal que “disponga de forma inmediata de todas las medidas necesarias para dar con los responsables” del fuego. El tendido eléctrico afectado conecta la ciudad de General Rodríguez con la de Campana, unos 70 kilómetros al norte, en una orilla del del río Paraná, cuyo delta sufre cada año en esta época graves incendios provocados por los ganaderos que buscan abrir espacio para el pastoreo del ganado. Solo el año pasado, entre enero y agosto, se registraron más de 130.000 hectáreas quemadas.

En su denuncia judicial, el ministro de Economía, Sergio Massa, señaló dos incendios detectados en la zona, y el mismo presidente Alberto Fernández recordó la situación horas antes del apagón en su discurso anual de balance de gestión en el Congreso. Pero la protección de los humedales del Paraná, que se ha convertido en una demanda constante de grupos ambientalistas, todavía no encuentra respaldo político: casi una veintena de proyectos de ley han sido desestimados desde 2013.

Vista de la planta nuclear Atucha I en Zárate, a las afueras de Buenos Aires, el 1 de marzo.
Vista de la planta nuclear Atucha I en Zárate, a las afueras de Buenos Aires, el 1 de marzo.MATIAS BAGLIETTO (REUTERS)

Los incendios no son el único problema. Argentina vive su novena ola de calor de un verano intenso, que este miércoles alcanzó temperaturas de hasta 36 grados en ciudades como Buenos Aires. “El 37% de la demanda de energía quedó sin servicio”, afirmó Santiago Yanotti, subsecretario de Energía Eléctrica, en una entrevista televisiva en la que aclaró que la demanda era alta por el calor que atraviesa gran parte del país. Según información registrada por Cammesa, la compañía que administra la electricidad en el país, el flujo de potencia cayó de casi 26.000 megavatios a 14.000 en menos de media hora. El apagón afectó el transporte público electrificado, como el metro, y dejó sin agua corriente a buena parte de la capital.

Argentina no veía un apagón tan grande desde junio de 2019, cuando un cortocircuito en la provincia de Entre Ríos, lindante con Uruguay, dejó sin luz a todo el país y se terminó extendiendo más allá de la frontera. Casi 50 millones de personas se quedaron sin luz ese domingo 16 de junio en el que el país celebraba el Día del Padre y algunas provincias tuvieron que retrasar sus elecciones locales. Transener, la compañía encargada de la distribución de la energía en el país, fue multada por el Gobierno porque la catástrofe del apagón de más de 14 horas fue producida por errores en el sistema de desconexión automática. La situación fue distinta entonces, pero un dato sirve para comparar cuánta energía demanda el calor extremo del verano: durante el apagón de 2019, en pleno otoño, el consumo en todo el país alcanzaba solo los 15.000 megavatios.

Fuente: El País

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