Rodriguez Signes: “Le di techo, cama y desayuno, ahora no me puede traicionar»
Extrañamente, Julio César Rodríguez Signes aún sigue en su puesto de Fiscal de Estado después de más de una década y el paso de varias gestiones.
Esta vez, antes de la asunción de Frigerio, se autopostuló y se agazapó como para seguir hasta que él lo decida. Y no sólo ocupa varios cargos en otras dependencias, sino que también COBRA a rajatabla de manera paralela todos esos sueldos, embolsándose cada mes una cifra varias veces millonaria. Es el funcionario mejor rentado.
Rodríguez Signes es un burócrata atípico, ya que ha sobrevivido a varias gestiones de gobierno, salpicado y hasta hundido en la polémica. Sabedor de esquivar cuestionamientos, quien debería ser el celoso guardián de los intereses de los entrerrianos siempre ha sido el mejor socio de los gobernadores de turno. Rápido para salvaguardar a los que están encumbrados en el poder, cuando se ha tratado de investigar a ciertos funcionarios, su desenvolvimiento se ha tornado cansino y hasta mortecino.
A pesar de no tener ningún mérito de peso para que siga estando como Fiscal de Estado, Rodríguez Signes sigue ocupando ese lugar tan sensible y crucial. Antes del 10 de diciembre del año pasado, cuando sobrevino el cambio de autoridades, ya estaba atrincherado en su oficina de Fiscal, dispuesto a no ceder, y anunciando que permanecería en el cargo. Y fue así que Frigerio, al menos por ahora, lo sigue teniendo en su equipo, y además, no sólo como Fiscal de Estado, sino que también en los otros cargos que ya ostentaba.
Rodríguez Signes ha plantado bandera en varios entes, para cumplir un rol ambivalente. Pretende inmortalizarse en su cargo de Fiscal de Estado, y además ser omnipresente. Pero lo suyo va más allá de una ambición de poder. Subyace, de manera ya indisimulable, una codicia económica. Es indiscutible que, a pesar de querer seguir en el gobierno de Frigerio, no comulga con las ideas de austeridad del nuevo gobernador.
Atento, Rogelio, porque quien debería ser un subalterno ha entrado en “MODO VIVAS” (Silvio Vivas, ex presidente del IAFAS), y auto dictamina sus actos, sin importar ordenes ni bajadas de línea. Ante el planteo de que el secretario Legal y Técnico de la Gobernación, Esteban Vitor, renunció al cobro de honorarios como síndico de la empresa distribuidora estatal de energía, Rodríguez Signes, que viene siendo síndico desde la gestión anterior, señaló que la renuncia a los honorarios es una postura “PERSONAL”, y que, por su parte, seguirá cobrando.
Ahora, a partir de la actitud de Vitor, que parece haber sido orquestada para que sirva de disparador de una medida de fondo, el Gobierno dispuso que ninguno de los síndicos de ENERSA cobre honorarios por fuera del sueldo que percibe como funcionario del Estado provincial, PERO, Rodríguez Signes se resiste, se niega a acatar la nueva disposición y todavía no renunció a cobrar el doble o cuádruple sueldo que venía percibiendo del Estado, en ENERSA, IAPSER, SIDECREER y como FISCAL DE ESTADO. El paso por el Estado lo habría hecho crecer enormemente en lo privado ya que le adjudican empresas de transporte, corralones y hoteleras, entre otras.
Cuando el reciente designado presidente de ENERSA, el Ingeniero Ignacio Bergallo, arribó desde Buenos Aires para establecerse en Paraná en 2021, y ser parte de la empresa en el cargo de gerente de la Unidad de Negocios de Telecomunicaciones, Rodríguez Signes, que ya era síndico, le brindó su hotel de calle Villaguay para que resida, cosa que ha hecho desde entonces, aunque se menciona que, como todo novel funcionario, ahora pretendería mudarse a la coqueta zona norte del Parque Urquiza. Rodríguez Signes estaría sintiendo cierto grado de traición por parte de quien él ayudó todo este tiempo, ya que estaría amenazado su sueldo en el ente presidido por Bergallo.
Con las últimas acciones y declaraciones de Rodríguez Signes queda en evidencia que está más para servirse del Estado, que para servir al Estado. Ya cobra lo que para la mayoría de los ciudadanos es una fortuna, y sin embargo, no quiere ceder UNO de los sueldos que recibe. Se delata una situación de rebeldía por parte del Fiscal de Estado, que una vez más actúa para favorecer sus intereses personales y no los de los ciudadanos.
Tal vez sea el momento oportuno, con la excusa justa, para que Rogelio Frigerio avance en la limpieza del Estado, y además de los designados en Planta Permanente en el último año y medio, también le solicite a Rodríguez Signes, nombrado hace DECADA Y MEDIA, que se vaya, porque no está siendo coherente con el manejo austero que propone la gestión actual, y porque además su forma de conducirse no se condice con un estado democrático, ya que actúa de manera prepotente, caprichosa, imponiendo sus deseos e intereses por encima de cualquier orden o disposición.
Fuente: El portal de Ricardo David
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