Jubileo, un evento jubilar dedicado a la comunidad LGBT+: el movimiento de Papa Francisco.

El Papa Francisco aprobó una peregrinación específica LGBT durante el año jubilar de 2025, informó un vaticanista italiano, continuando su política de apertura a las personas LGBT.
Francisco y el cardenal Zuppi superan las resistencias de los católicos tradicionalistas. En septiembre, abrirán la Iglesia del Gesù a los peregrinos de las asociaciones arcoíris.
En la Iglesia de Papa Francisco, abierta a “todos, todos, todos”, indicando que todos están incluidos y nadie es excluido, el Jubileo de 2025 abrirá las puertas al primer peregrinaje dedicado expresamente a los gays y a las personas LGBT+. Una novedad absoluta, impensable hace algunos años, fruto de una atención pastoral que se extiende a ambientes habitualmente considerados marginales. En el calendario oficial del Año Santo, el 6 de septiembre se ha incluido un momento de espiritualidad especial, y la histórica iglesia barroca del Gesù se ha comprometido a acoger a los peregrinos LGBT+, sus padres, los operadores y todos aquellos que forman parte de estas asociaciones arcoíris, lideradas en Italia por la Tenda di Gionata, una red nacida para construir un sueño: “ampliar la tienda”, según un pasaje del Profeta Isaías, y “hacer espacio para todos para convertirnos en cada vez más santuarios de acogida y apoyo hacia las personas LGBT y hacia toda persona afectada por discriminación”.
LAS RESISTENCIAS
La propuesta jubilar (que no estuvo exenta de varias resistencias internas) finalmente siguió adelante. El Papa acogió la idea del padre Pino Piva, jesuita boloñés siempre dedicado al mundo arcoíris. Luego se consultó el parecer positivo del cardenal Matteo Zuppi y, tras los acuerdos con el arzobispo Rino Fisichella, organizador del Año Santo, fue posible redactar un programa definitivo y fijar los días en que se celebrará este Jubileo tan particular, que se unirá a los muchos momentos reservados a diferentes categorías, desde los jóvenes, los ancianos, los políticos, los voluntarios, los trabajadores, hasta los empresarios, entre otros.
El Jubileo “Iglesia, casa para todos, cristianos LGBT+ y otras fronteras existenciales”, este es el título elegido, ya es parte integral del plan oficial del Vaticano y se ha incluido en el calendario de los eventos previstos. El viernes 5 de septiembre a las 20:00 horas, en la iglesia del Gesù, se celebrará una vigilia de oración, seguida al día siguiente, sábado 6 de septiembre a las 15:00 horas, por el paso a través de la Puerta Santa en San Pedro. El peregrinaje terminará a las 19:00 en la iglesia del Gesù, donde está enterrado san Ignacio y también el padre Arrupe, con una misa presidida por monseñor Francesco Savino, obispo de Cassano all’Jonio y vicepresidente de la CEI. El rector de la histórica iglesia de los jesuitas, padre Claudio Pera, naturalmente informó de este camino al General de la Compañía de Jesús, padre Arturo Sosa, quien en una comunicación interna respondió alentando a seguir adelante. “Me parece algo bueno”, recordó luego las recomendaciones de Bergoglio sobre la importancia de tratar con misericordia a este grupo, “que él definía como seres humanos con una identidad distinta”.
El tema de la homosexualidad en la Iglesia, a pesar de la apertura jubilar, sigue siendo pura dinamita, como recientemente afloró en vísperas del último sínodo, donde se concentraron fuertes presiones de muchos reformistas alemanes y estadounidenses decididos a modificar el Catecismo en lo que respecta a “una inclinación objetivamente desordenada”, cuyos actos son contrarios “a la ley natural ya que privan al acto sexual del don de la vida”.
En varias ocasiones, Papa Francisco ha mostrado una gran apertura hacia las personas homosexuales, recibiéndolas en el Vaticano, ayudando durante la pandemia de Covid a grupos de personas trans, pero al mismo tiempo siempre se ha expresado de manera firme contra las “lobbies gay” y la entrada de chicos gay a los seminarios. Y justamente en este sentido debe entenderse el discurso a un grupo de sacerdotes romanos, a quienes les reiteró que si un joven tiene esta tendencia, es mejor no dejarlo entrar, incluso si son “chicos buenos”. También se le escapó, mientras hablaba a puertas cerradas, un término homofóbico (“mariconada”), que luego matizó con otras aperturas importantes, como la autorización para dar bendiciones a parejas gay, a pesar de la resistencia que suscitó el documento Fiducia Supplicans. Varios episcopados se opusieron, decididos a no seguir esas indicaciones pastorales. Ahora este Jubileo vuelve a barajar las cartas y, en este zigzagueo, intenta dar otro paso hacia adelante en la “Iglesia de campo”, que busca sanar muchas heridas.
Que es el Jubileo?
El Jubileo es un evento religioso en la tradición católica, que ocurre cada ciertos años y está marcado por una serie de celebraciones y actos de perdón y reconciliación. Originalmente, el término tiene sus raíces en la Biblia, en el Antiguo Testamento, donde se menciona el año jubilar como un tiempo de perdón de deudas, liberación de esclavos y restauración de tierras, que se celebraba cada 50 años en el pueblo de Israel (Levítico 25).
En la Iglesia Católica, el Jubileo tiene un carácter especial y se celebra en intervalos de 25 años (Jubileo Ordinario) o en años especiales según lo determine el Papa (Jubileo Extraordinario). Durante estos años, los fieles reciben indulgencias, es decir, el perdón de los pecados y la posibilidad de obtener gracia espiritual.
En el contexto moderno, el Jubileo también involucra peregrinaciones a lugares sagrados, como la Iglesia de San Pedro en Roma, y se celebran diversos actos litúrgicos y eventos religiosos a lo largo del año. Además, se subraya el tema del perdón, la misericordia y la reconciliación, tanto con Dios como con los demás.
El Jubileo también tiene una fuerte dimensión pastoral, buscando renovar la fe de los creyentes y ampliar la inclusión y la paz dentro de la comunidad cristiana.
ilmessaggero.it traducido por IA/Franca Giansoldati
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