Recién tres meses después, se supo de la muerte en Suiza del presunto testaferro del clan Báez

Néstor Marcelo Ramos fue el titular en Suiza de Helvetic Services Group, que operó para blanquear fondos de la familia Báez, y tenía, según habría comprobado la justicia de ese país, “una enfermedad terminal”.

Por Juan Gasparini

El abogado Néstor Marcelo Ramos, sindicado en su momento como presunto testaferro del dinero que manejaban Lázaro Báez y sus hijos en Suizafalleció hace unos tres meses en el Ticino, informó hoy un medio periodístico de la prensa regional en idioma italiano. Ramos encarnó la fallida tentativa de crear una suerte de “orga propia” para administrar hipotéticamente “dinero sucio”, luego de las investigaciones sobre el dispositivo panameño Mosac Fonseca, una maniobra para preservar además conjeturalmente el secreto de la criminalidad. Arropado de fiduciario, Ramos se querelló en Suiza contra tres periodistas que destaparon sus labores en favor del enriquecimiento ilícito del clan Báez, pero la justicia helvética archivó los procedimientos judiciales, toda vez que perduran ciertos fondos impunes, de momento congelados en la banca suiza.

La justicia argentina desistió de extraditarlo según las exigencias suizas para una persona enferma de gravedad, prefiriendo tomarle declaración por video conferencia. El juez y el fiscal competentes desecharon de ese modo viajar personalmente a interrogarlo. La Oficina Federal de Justicia en la Confederación Helvética (OFJ), informó entonces que la Argentina “retiró el pedido de extradición” de Néstor Marcelo Ramos. “No podemos darle otras informaciones”, zanjó la portavoz de la OFJ, Sonja Margelist. La noticia estalló antes que la justicia federal de Buenos Aires condenara el año pasado a Lázaro Báez, y otros cómplices, a 12 años de cárcel por corrupción, luego del juicio oral donde testimoniaran por «zoom» los banqueros suizos involucrados.

Cabe recordar que el requerimiento de extradición lo formuló el juez federal de Buenos Aires, Sebastián Casanello en 2016, quien imputó a Ramos de haber participado en una operación de lavado de dinero en bancos de Ginebra y del Ticino por unos 60 millones de dólares, cuyo origen remontaba a Lázaro Báez, el cual utilizó sociedades de fantasía creadas en Panamá y Belice, manejadas por prestanombres de su entorno, para disimular la titularidad, procedencia y el destino final del dinero.

Néstor Marcelo Ramos
Néstor Marcelo Ramos, el abogado argentino titular de Helvetic Services Group e imputado en la causa de presunto lavado de dinero contra Lázaro Báez.

En 2019 Ramos apeló la extradición ante el Tribunal Penal Federal (TPF), equivalente a la Cámara Nacional de Casación en Argentina. Negó los hechos y desvinculó a su sociedad del Ticino, “Helvetic Services Group”, de eventuales infracciones penales. Aportó denuncias sobre hacinamiento carcelario y torturas en Argentina, y certificados médicos que al parecer le daban una corta esperanza de vida ante el deterioro de su salud. Afirmó que “nunca” conoció a Báez, “ni a los Kirchner”, y se erigió en víctima colateral de una “venganza del gobierno de Macri contra sus oponentes políticos”.

El 13 de febrero de 2020, el TPF desestimó la veracidad de “una connotación política” en la voluntad de extraditar a Ramos. Consideró valida la demanda del juez Casanello, que podría “subsumirse en Suiza al delito de blanqueo de dinero”. Dio por probado que “entre 2012 y 2013, Ramos presuntamente ayudó a Báez a devolver a la Argentina los fondos negros depositados en cuentas de bancos suizos”, siendo los beneficiarios de algunas de ellas “los hijos de Báez”. El TPF detalló que con ese dinero se adquirieron “valores argentinos” que “fueron liquidados en la Bolsa de Rosario”. Precisó que dicha venta “se pagó mediante a emisión de 9 cheques por 2.750.000 dólares”, que fueron a parar a una empresa argentina de Báez.

Sin embargo, el TPF añadió una admisión “parcial” del recurso de Ramos, con arreglo a que faltaba “aclarar inequívocamente el estado de salud y la transportabilidad (del otrora dueño de “Helvetic Services Groups”, sociedad entre tanto disuelta), así como verificar las posibilidades terapéuticas de la Argentina para el tratamiento de su grave enfermedad”. En consecuencia devolvieron el expediente a la OFJ, “para una nueva decisión »…posiblemente acompañada de una solicitud a las autoridades extranjeras de garantías a la luz de los informes médicos oficiales, que respeten “los derechos humanos…en el ámbito de la atención de una persona enferma en prisión”, resolución que de haber existido, y si le hubiera sido adversa, Ramos podía susceptiblemente nuevamente apelar ante el TPF.

Lo sucedido en la Confederación Helvética es un enigma, y quizá se convierta en un misterio, es decir que nunca se sepa completamente lo ocurrido. Otro portavoz de la Oficina Federal de Policía, Raphael Frei, informó periódicamente a lo largo de 2020, que Suiza no había tomado ninguna nueva decisión al respeto. Tampoco dio indicio alguno que la Argentina se hubiera manifestado, hasta que su colega Sonya Margelist, anteriormente citada, dijera que Argentina abandonaba la partida de extraditar, sin precisar cuando ni quien, y con que argumentos, comunicaron desde Buenos Aires la voluntad de desistir la extradición, reemplazándola por una videoconferencia.

Todas las transacciones brevemente hasta aquí evocadas, llevas a cabo por el clan Báez, principalmente en geografía de los Cantones de Ginebra y el Ticino, verificadas por el Tribunal Penal Federal helvético antes resumidas, a las que presumiblemente se vinculara Ramos, mediante su firma “Helvetic Services Group” afincada en el Ticino, hipotético instrumento para lavar dinero de procedencia criminal proveniente de la Argentina, fueron tratadas en al menos varios diarios locales desde el 2013, en las tres lenguas principales del país: alemán, francés e italiano. Motivaron dos interpelaciones parlamentarias federales rechazadas. No merecieron que la fiscalía federal helvética (MPC) abriera una investigación penal nacional por blanqueo de dinero, sin olvidar que se utilizaron instituciones domiciliadas en territorio suizo para trasegar los capitales involucrados, de sospechoso origen delictivo. El jefe del MPC en Suiza en las fases claves de tales circunstancias, Michael Lauber, dimitió el el 25 de julio de 2020, inmerso en un escándalo relacionado con
la FIFA, desencadenando una investigación penal por “abuso de autoridad, violación del secreto de función, obstaculizar a la acción penal e instigación de esas infracciones”, procedimiento aún en curso.

No obstante, con anterioridad, el MPC autorizó en 2014 desbloquear alrededor de 10 millones de dólares de los Báez y Ramos, en los bancos Lombard Odier y Safra Sarasin de Ginebra, y en el PKB del Ticino. Surge también de los documentos del expediente judicial destapado en Suiza que el 31 de julio de 2015, Néstor Marcelo Ramos transfirió desde Suiza 1.380.000 dólares a una cuenta a nombre de la sociedad Intlex Limited del Noor Islamic Bank en Dubai, mientras no se sabe lo acontecido con los haberes de otra cuenta revelada por el portal suizo Gotham City, el 3 de octubre del 2019, en el Indosuez de Ginebra, cuyos derechohabientes aparecen travestidos detrás de la sociedad panameña Star Equities Holdings. Resta por saber a donde irán a parar los fondos todavía congelados, bajo control de la fiscalía del Ticino, de acuerdo a la pista exhumada ahora por la prensa suiza.

En Ginebra, Juan Gasparini, autor de “Las bóvedas suizas del kirchnerismo” (Sudamericana, 2013)

Fuente: Perfil

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