La plata que choreamos con éste: Es un comisario retirado de la Policía Federal que es la sombra de la vicepresidenta y frecuenta al jefe de la barrabrava de Boca

Diego Carbone, el custodio de Cristina Kirchner que incomodó a Gioja y come asados con el barra Rafael Di Zeo

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Nicolás Balinotti

Diego Carbone es el policía federal que oficia de jefe de la custodia personal de Cristina Kirchner. Fue uno de los que anoche, luego de la tensión del enfrentamiento entre los militantes kirchneristas y los efectivos de seguridad porteños, abrió paso en Juncal y Uruguay para improvisar un escenario desde donde pueda hablar la vicepresidenta. Sin embargo, su rostro se hizo conocido el martes, durante el primer día de la vigilia kirchnerista en Recoleta, cuando un teléfono indiscreto difundió en redes su encuentro con el diputado sanjuanino José Luis Gioja. Entre risas y abrazos, Carbone dice del exgobernador y extitular del PJ: “¡La plata que choreamos con este!”.

El exgobernador José Luis Gioja y el jefe de la custodia de Cristina Kirchner, Diego Carbone

Carbone está a cargo del Departamento de Seguridad Vicepresidencial. Es comisario retirado y la sombra de los Kirchner desde que Néstor llegó a la Casa Rosada, en 2003. Suele incluso acompañar a Cristina a El Calafate. Anoche organizó a la tropa de militantes después de que el gobierno de la Ciudad dio la orden de retirar las vallas que rodearon por casi medio día el domicilio de su jefa. Y a lo largo de la semana no solo se abrazó con Gioja en la puerta de Juncal 2166, sino que hubo otros dirigentes que se acercaron a él para saludarlo. Sobre todo, segundas líneas de La Cámpora con quienes compartió actividades políticas vinculadas al PJ bonaerense.

A Cristina Kirchner la asombró ayer la violencia callejera en los alrededores de su casa tanto como cuando su despacho del Congreso fue blanco de piedras cuando se trataba el pacto que el Gobierno selló con el Fondo Monetario Internacional. Pero siempre omitió los nexos ocultos de su custodio, que frecuenta en asados y entrenamientos de boxeo a Rafael Di Zeo, uno de los jefes de La 12, como se conoce a la barrabrava de Boca.

Carbone compite en kickboxing a nivel sudamericano. Se inició en el deporte de la mano del exboxeador profesional Jorge “Acero” Cali, que falleció el año pasado en La Pampa. En 2019, Carbone fue campeón en Brasil en representación de la World Kickboxing Network Argentina (WKN), una organización impulsada por el propio Acero Cali y el boxeador Marcos “El Chino” Maidana.

https://twitter.com/PFAOficial/status/1202030700603592706?s=20&t=VPpNX0Pc_G_CZWvcwu4ZBA

En 2008, Acero Cali irrumpió junto a Guillermo Moreno durante una movilización de dirigentes rurales en Olivos que protestaban contra las retenciones móviles impuestas por Cristina Fernández de Kirchner. “Nunca fui su guardaespaldas. Es mi amigo desde hace mucho tiempo”, dijo alguna vez en LA NACION. De esa “fuerza de choque” también participaban barras de Boca digitados por Di Zeo, que se acercó al kirchnerismo de la mano de Marcelo Mallo, un dirigente político surgido de Francisco Solano que impulsó Hinchadas Argentinas Unidas, una agrupación que financió a barras para llevarlos al Mundial de Sudáfrica 2010 a cambio de apoyo y punterismo político en los barrios.

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“Ellos sabrán qué les puedo aportar”, suele decir Di Zeo sobre su relación con los políticos. Mallo amplió alguna vez, en diálogo con LA NACION: “Si Rafa sale a caminar por la calle con Scioli [Daniel, que por entonces era gobernador de Buenos Aires], la gente le va a pedir más autógrafos a él que al gobernador. Y si camina rumbo a La Boca, la gente se encolumna detrás de él. Es un gran aglutinador social”.

Carbone frecuenta todavía a Mallo, un dirigente muy cercano a Rudy Ulloa y a José Ottavis, y a Di Zeo. Los une no solo la política, sino también el boxeo. En una mesa larga, el año pasado, compartieron el ágape con Acero Cali y Maidana, uno de los mejores boxeadores argentinos. Carbone a veces se entusiasma y “hace guantes” con el Chino. A veces se suman Di Zeo y hasta Mauro Martín, su ladero en la colonización de la tribuna boquense. Los jefes de la 12 también se entrenan con Gonzalo “Patón” Basile, uno de los custodios de los Moyano y que se hizo popular por su cuerpo tatuado.

Como casi todos los barras, Di Zeo conserva intactos sus nexos con la política. Así como frecuenta al jefe de la custodia personal de Cristina Kirchner y tiene llegada al PJ bonaerense, en la Ciudad de Buenos Aires llegó a jugar en elecciones para el radicalismo porteño. Y un dato que no es menor: Marcelo Rocchetti, exjefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad bonaerense cuando estaba a cargo de Cristian Ritondo, fue uno de sus abogados en un caso por documentación falsa.

Nicolás Balinotti / La Nación

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