La hipótesis del asesinato del fiscal Alberto Nisman sigue vigente en Israel

La postura oficial es definir el caso como “un tema de la justicia argentina”, pero circulan versiones sobre la eventual participación de Venezuela e Irán en la violenta muerte del fiscal que denunció a Cristina Kirchner

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Jaime Rosemberg LA NACION

Homenaje a Nisman en el parque nacional de Ben Shemen, en IsraelKKL Argentina

“Consagró su vida a la lucha por la Justicia y la Verdad, para descubrir a los responsables del atentado en el edificio de la AMIA”, puede leerse en la piedra grabada, ubicada en el parque nacional Ben Shemen, junto a los monolitos que recuerdan a los fallecidos en los atentados a la embajada de Israel, aquel 17 de marzo de 1992, y la mutual judía, el 18 de julio de 1994.

El fallecido fiscal Alberto Nisman tiene, desde hace tres años, aquel monumento recordatorio en el centro mismo de Israel, promovido por el Fondo Nacional Judío (Keren Kayemet, en hebreo) y las entidades judías argentinas. Más allá del paso del tiempo y de la mesura que impone la causa judicial que aún se tramita en los tribunales argentinos, hay en el Estado hebreo una certeza inalterable: no se trató de un suicidio, como propuso desde el inicio un sector del gobierno de Cristina Kirchner, y su violenta muerte estuvo originada en la investigación que llevaba adelante, vinculada al polémico pacto entre esa gestión kirchnerista e Irán, el denominado Memorándum de Entendimiento, que finalmente nunca llegó a aplicarse.

“El caso Nisman no es algo que la gente en general conozca bien en Israel. Pero la idea más común entre quienes se ocupan del tema es que su muerte se relaciona con Irán y claramente que no se trató de un suicidio”, confiesa una alta fuente oficial vinculada a Israel que prefiere mantenerse en el anonimato. No se trata, por cierto, de un deseo individual de quedar en las sombras: la postura oficial de la cancillería israelí es que la muerte de Nisman “es un asunto de la Justicia argentina”, más allá de que Israel, como Estado y según pudo constatar LA NACION, haya preferido, aún sin hipótesis oficial, las discretas gestiones políticas y diplomáticas, y descartado la vía judicial para conocer, de primera mano, de qué modo y por qué murió Nisman en su departamento de Puerto Madero, hace ya siete años.

En junio de 2020, la opinión pública israelí se conmovió con la aparición televisiva en Israel del exagente del Mossad Uzi Shaya, quien contó que entregó información a Nisman vinculada con “fondos iraníes que llegaron a funcionarios argentinos” que pudo tener que ver con su muerte, un día antes de presentar el informe de su unidad, UFI-AMIA, en el Congreso. Informe que denunciaba un pacto de “impunidad a cambio de negocios” para los iraníes acusados por la Justicia argentina de haber planificado el atentado a la sede comunitaria de la calle Pasteur.

Al igual que en Argentina, en Israel las opiniones siguen divididas sobre la veracidad de los dichos de Shaya, que trabajó en el sector de seguridad de la embajada de Israel en Buenos Aires, hace dos décadas. “Le tengo confianza, lo que dijo puede ser cierto”, cuenta un viejo conocido del exespía, mientras otro referente expresa su desconfianza hacia Shaya, a quien el fiscal Eduardo Taiano intentó sin éxito citar luego del programa, conducido por la argentina-israelí Ilana Dayán.

Conexiones con Irán y Venezuela

Más allá del mutismo oficial, hay versiones contrapuestas en Israel sobre los móviles del supuesto asesinato, algunas de ellas centradas en Venezuela e Irán. “El 13 de enero de 2007, Mahmud Ahmadineyad hizo una de sus muchas visitas a (Hugo) Chávezen Caracas y, como revelaron varios desertores iraníes, en esa ocasión le solicitó a Chávez que intervenga ante la Argentina para terminar con las acusaciones de Nisman. A cambio de ello, todo el oro del mundo”, afirmó a LA NACION Gustavo Perednik, escritor, filósofo y amigo personal de Nisman. 

Para Perednik, autor de “Morir por la Argentina”, las conexiones del chavismo con la cúpula del kirchnerismo pudieron haber sido el inicio de alguna acción para terminar con la vida del fiscal. “(César) Milani se puso a cargo de una operación de montaje de escenario y (Sergio) Berni la respaldó desde lo político. Quiénes exactamente lo ejecutaron es difícil determinar, pero probablemente sean los que lo venían amenazando desde hacía bastante tiempo”, concluye Perednik, a quien le quedan pocas dudas sobre el final de la vida del fiscal de la causa AMIA.

Mohsen Rezai, junto a Daniel Ortega, rodeado de Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel
Mohsen Rezai, junto a Daniel Ortega, rodeado de Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel

“Que Irán esté detrás de los dos grandes ataques que ha habido en la embajada israelí en Buenos Aires y en la AMIA es indiscutible, estoy seguro que el señor Nisman estaba muy cerca en esa investigación y no puedo descartar que Irán haya sido quien causó su trágica muerte”, dijo en septiembre de 2017 a CNN el entonces primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. Nada, hasta el momento, indica que el actual gobierno de coalición, encabezado por Naftali Bennet, tenga otra opinión al respecto.

“Irán no debió ser, Teherán lo que quería era que Argentina jugara a través de memorándum. De hecho, responsables del atentado como Mohsen Rezai (estuvo esta semana en la asunción de Daniel Ortega en Nicaragua) nunca vendrán al país a declarar”, afirmó otra fuente israelí con conocimiento de la causa judicial y el entramado político.

El próximo 17 de marzo, una importante delegación del gobierno israelí visitará Buenos Aires para participar de la conmemoración del trigésimo aniversario del atentado a la embajada de Israel. Al igual que en los homenajes que en estos días se harán en distintas partes del mundo, el fantasma de la violenta muerte del fiscal que investigaba el atentado sobrevolará, sin duda, esa renovada búsqueda de Justicia.

Fuente: Jaime Rosemberg – La Nación


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