La hidrovía como eje de discordia: tensiones entre Milei y Macri por el control del comercio exterior
El vínculo entre el presidente Javier Milei y el expresidente Mauricio Macri ha sido objeto de intensas especulaciones en las últimas semanas.
Aunque ambos intercambiaron mensajes cordiales durante las fiestas, los acercamientos no han logrado disipar la tensión política que domina sus relaciones, particularmente en torno a un tema estratégico: la licitación de la hidrovía del Río Paraná, una vía clave para el comercio exterior argentino.
La hidrovía bajo la lupa
La hidrovía, ahora bajo el control de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación, supervisada por Santiago Caputo —el principal asesor del gobierno de Milei—, se ha convertido en un punto álgido de controversia. Macri, según fuentes cercanas, ha seguido de cerca este proceso, al igual que otros referentes del PRO, como Guillermo Dietrich, exministro de Transporte. Desde el macrismo han surgido críticas y sospechas sobre posibles intereses cruzados en el proceso licitatorio, incluyendo la participación de empresas internacionales como DEME Group, Van Oord y Rohde Nielsen.
Por su parte, la administración de Milei ha defendido la transparencia del proceso, con el abogado Iñaki Arreseygor, un funcionario técnico con experiencia en licitaciones, a cargo de la dirección. Sin embargo, su pasado vinculado al gobierno porteño durante la gestión de Macri no ha servido para calmar las aguas.
Caputo y el “triángulo de hierro”
La influencia de Santiago Caputo dentro del gobierno de Milei es otro factor de irritación para Macri. Caputo, considerado el asesor más poderoso del Ejecutivo, ha sido objeto de críticas desde las filas macristas, que lo acusan de tomar decisiones sin consultar a la oposición. La relación entre ambos líderes se deterioró aún más cuando las redes libertarias, agrupadas bajo “Las Fuerzas del Cielo”, lanzaron un mensaje directo: “Mauricio, por décima vez, no te vamos a dar la hidrovía”.
Caputo mantiene contactos fluidos con algunos dirigentes del PRO, como Cristian Ritondo y Diego Santilli, pero los desencuentros con Macri y otros líderes de la coalición han dejado en evidencia las profundas divisiones políticas.
Negociaciones estancadas
Desde mediados del año pasado, Milei y Macri habían compartido varias cenas en Olivos, con la intención de alcanzar acuerdos políticos. Sin embargo, el vínculo se tensó tras la sesión fallida por el proyecto de “Ficha Limpia”, impulsado por el PRO y no apoyado por La Libertad Avanza. Este episodio marcó un punto de inflexión en las negociaciones.
Además, las críticas del macrismo se intensificaron luego de que el gobierno libertario avanzara sobre la administración de la Ciudad de Buenos Aires, liderada por Jorge Macri, otro eje de tensión entre ambos espacios políticos.
Impacto en el electorado y el futuro político
En el PRO están preocupados por el avance de La Libertad Avanza en su electorado más afín, especialmente en las provincias. Aunque se ha discutido la posibilidad de que Mauricio Macri “ponga el cuerpo” y lidere una estrategia de reconstrucción, no hay consenso interno sobre cómo proceder. Mientras tanto, Milei sigue apelando a su base de apoyo, con mensajes polémicos en redes sociales que subrayan la connivencia de anteriores gobiernos con empresarios y dirigentes K.
El 12 de febrero, con la apertura de sobres de la licitación de la hidrovía, será una fecha clave en este enfrentamiento político. Lo que está en juego no es solo el control de una de las vías fluviales más importantes del país, sino también la configuración de alianzas y liderazgos que podrían definir el panorama político argentino en los próximos años.
Esta disputa deja en evidencia que las fisuras entre Milei y Macri no son meras diferencias de estilo, sino conflictos estructurales que atraviesan cuestiones estratégicas para el país.
FM del Este 100.5 con información de Infobae
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