Efectos de la sequía se sentirán en invierno en la ganadería

El maíz, que en parte se destina al alimento de vacunos, fue el cultivo más dañado por la sequía este verano ¿Cómo impactará la falta de reservas forrajeras?

Desde finales de diciembre y durante todo enero, la sequía y las altas temperaturas –con marcas que llegaron a superar los 40°– azotaron a la región, afectando a los distintos cultivos que se realizan a cielo abierto. Entre ellos, el maíz fue el que sufrió el mayor daño y en algunas zonas de la provincia las pérdidas fueron totales.

También el sorgo se vio dañado y, tras este escenario, las lluvias de esta semana trajeron algo de alivio al sector del campo, que espera que el tiempo le dé una tregua. En este marco, Elvio Guía, productor rural y vicepresidente de la Federación Agraria Argentina (FAA) confirmó a UNO: “Se pasaron meses difíciles a fines de diciembre y en enero con las altas temperaturas. Ya no hubo manera de volver atrás los daños que hicieron el calor y la sequía sobre el maíz, que fue el cultivo más complicado más que nada, y en segundo término el sorgo”.

A su vez, indicó que a la par que se vieron afectadas las pasturas naturales que sirven de alimento al ganado en la temporada estival, el daño de la sequía en el maíz impactará en las reservas forrajeras. Sobre este punto, explicó: “El maíz se usa para hacer picado no solamente en la ganadería tradicional sino también en los tambos, y esta sequía extrema hizo que haya falta de pasto y esto generó que las reservas forrajeras y todo lo que se necesitaba para el invierno se hayan utilizado en los meses de verano. Así que los problemas recién comienzan y, por ejemplo en la ganadería, va a faltar esa reserva forrajera que estaba hecha para la temporada más fría”.

La sequía seguirá afectando a los productores.

La sequía seguirá afectando a los productores.Juan Ignacio Pereira / UNO.

El productor hizo alusión también a que “en algunos lugares hubo muchos problemas con el agua, como en los tajamares, y se bajaron las napas y demás, por lo que enero fue un mes muy complejo”.

Consultado sobre la posibilidad que tienen los productores ganaderos y tamberos de reemplazar estas reservas por alimento balanceado, aclaró: “Muchas veces se puede hacer, pero en la lechería por ejemplo, con los costos que tienen de producción y con el precio que tiene la leche en boca de tambo, que está a 32 o 33 pesos el litro, o en algunos lugares a 35, por ahí se complica y da un número negativo”.

Ante este panorama, advirtió: “Ahí empiezan los problemas para los productores, porque esta falta de disponibilidad forrajera en tiempo y forma, con cantidad y calidad y todo lo demás, hace que después se resientan las pariciones, que es lo que va a pasar en la Argentina”. Sobre este punto, concluyó: “Los inconvenientes empiezan ahora, porque la mala condición corporal de los animales no permite que se preñen y vamos a tener una menor parición”.

Fuente: Uno Entre Ríos

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