Dólar: Cavallo advirtió sobre una posible “explosión devaluatoria” antes de las elecciones

El exministro de Economía subrayó sobre la suba del gasto público y la decisión oficial de planchar las cotizaciones alternativas pese al avance de la inflación; días atrás Fábrega y dos bancos de inversión habían alertado sobre esa chance, pero después de los comicios

El exministro de Economía Domingo Cavallo sumó su opinión sobre cuándo podría darse una “explosión devaluatoria”, y advirtió que podría ser antes de lo que la mayoría de los analistas estiman. Incluso en la previa de las elecciones de medio término.

En el primer semestre, el valor del dólar oficial perdió 10 puntos contra la inflación, ya que aumentó 13,75% cuando se proyecta que el índice de precios al consumidor (IPC) sea del 24% en el mismo periodo. Es por eso que los economistas se preguntan cuánto tiempo puede durar este desfasaje.

La razón que hace creer que el Banco Central (BCRA) puede mantener “pisado” el tipo de cambio hasta las elecciones es la cantidad de dólares que compró en la primera parte del año gracias a los mayores precios internacionales de las commodities. En total, pudo hacerse de US$6500 millones de reservas internacionales, gracias a la liquidación récord del campo.

Cavallo escribió hoy en su blog que el Gobierno mantiene muy bajo el ajuste del tipo de cambio oficial (alrededor de 1% mensual) como una herramienta más para ganar las elecciones. A eso sumó la decisión de “aumentar el gasto público y despreocuparse de la reducción del déficit fiscal”.

Además, indicó, el BCRA está utilizando las reservas acumuladas gracias al superávit comercial “para acortar la brecha entre el precio del dólar en los mercados semi-libres (contado con liquidación y dólar bolsa) e impedir una escapada del dólar paralelo, como la de setiembre de 2020, antes de las elecciones”.

De esta manera, escribió Cavallo, el Gobierno “espera que con estas tres armas conseguirá ganar las elecciones de noviembre, especialmente en la provincia de Buenos Aires, apostando a que la gente sentirá una mejora económica por la baja de la tasa mensual de inflación y cierta recuperación del poder adquisitivo de los ingresos”.

Sin embargo, advierte: “No es descartable” que la presión acumulada termine en una explosión devaluatoria antes de noviembre y el Banco Central se vea obligado a subir las tasas de interés y a desprenderse de muchas reservas. “Si no lo hace, la explosión puede darse justo antes de la elección”, concluyó.

Días atrás, el expresidente del BCRA Juan Carlos Fábrega estimó que el Gobierno se verá forzado a “realizar una corrección del 15% al 20% al tipo de cambio oficial” tras las elecciones para compensar el atraso en que incurre desde hace meses. Fábrega había realizado una estrategia similar en 2014, luego de las elecciones de medio término de 2013, cuando llevó el valor del dólar de $6,50 a $8.

Lo mismo proyectan los bancos internacionales J.P. Morgan y Morgan Stanley, que dan justamente como ejemplo lo realizado por Fábrega durante el gobierno de Cristina Kirchner. Ambos coinciden en que la devaluación ocurriría a fines del primer trimestre de 2022.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, había dicho la semana pasada que “no hay expectativas de que haya una devaluación luego de las elecciones”, en una entrevista con C5N.

Una mirada similar tuvo el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.“Tenemos que evitar los saltos cambiarios bruscos, porque son disruptivos y generan mucha incertidumbre. Además, el tipo de cambio oficial hoy es competitivo. Si uno lo compara con los niveles de los últimos años lo vemos en niveles apropiados y además tuvimos el mejor semestre de los últimos ocho años en materia de exportaciones”, dijo en el evento Pymes 2021.

El mercado de capitales local también parece creer que la devaluación acelerada no llegará hasta después de las elecciones, ya que la preferencia de los inversores por títulos locales pasa por los que son ajustados por inflación, y no tanto por el tipo de cambio, como ocurría en el tercer trimestre del año pasado. En ese entonces se esperaba una fuerte devaluación porque la brecha cambiaria había llegado al 130%. Hoy si bien se mantiene alta en torno al 75%, lejos está de los valores de esos meses.

Fuente: LA NACION

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