Cámara de Diputados

Con el voto negativo de Máximo Kirchner, el acuerdo con el FMI fue aprobado en Diputados y pasó al Senado

La votación arrojó un saldo 200 votos afirmativos, 37 negativos y 15 abstenciones. El Frente de Todos debió hacerle 27 modificaciones a partir de los reclamos de Juntos por el Cambio, para obtener mayor respaldo a la propuesta.

En una sesión maratónica y tras los graves incidentes en las afueras del recinto, la Cámara de Diputados logró la media sanción del proyecto de ley que ratifica el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La votación arrojó un saldo 200 votos afirmativos, 37 negativos y  15 abstenciones. El Frente de Todos debió hacerle 27 modificaciones a partir de los reclamos de Juntos por el Cambio, para obtener mayor respaldo a la propuesta. 

Luego de haber mantenido su posición en el más estricto hermetismo durante toda la tarde, Máximo Kirchner y algunos diputados de su espacio optaron por bajar al recinto a último momento para votar. El lider de La Cámpora votó en forma negativa.

También se pronunciaron en contra del proyecto los diputados Libertarios -con fuertes discursos de Javier Milei y José Lus Espert- y del interbloque del Frente de Izquierda. La votación finalmente llegó pasadas las 3 de la madrugada tras 13 horas de debate.

Germán Martínez, el presidente del bloque del Frente de Todos fue el último en tomar la palabra y reconoció que el que se dio fue “un debate intenso” y que llegar al consenso requirió de “más de 20 intercambios”.

Martínez, defendió el acuerdo y recordó que el presidente Alberto Fernández dijo que “para poder pagar hay que crecer” y que ese es el camino que sigue este acuerdo con el FMI.

“Parece que algunas discusiones que estamos dando se dan sin contexto. Venimos aquí a hablar con nuestra verdad relativa, pero hay dos hechos objetivos, la decisión de cancelar la deuda con el FMI en 2006 y la decisión de la administración Macri de avanzar en una nueva instancia de endeudamiento con el FMI”, dijo Martínez.

También evaluó que “esta deuda es hija de una profunda crisis de la balanza de pagos”, y que “el proceso de los dos stand by vino acompañado con una devaluación que orillaba el 70%”.

“Hay que valorar el acuerdo de responsabilidades extendidas que alcanzó nuestro gobierno”, pidió el diputado santafesino.

Y cuestionó: “No terminamos de entender la importancia del tiempo que nos da este acuerdo para estar en mejores condiciones dentro de cuatro años y medio para afrontar esos pagos y lo vamos a hacer sin ajuste”.

Poco después, el santafesino respondió a Juntos por el cambio: “No creemos ni que la oposición sea rueda de auxilio, ni les estamos pidiendo que cogobiernen y, menos aún, que se hagan cargo de la política de nuestro gobierno”, les aclaró. “Les propongo que sigamos trabajando para que los hijos de nuestros hijos no sepan lo que es el FMI”, concluyó.

NO SE VOTA UN PLAN ECONOMICO

Luciano Laspina, presidente del bloque del PRO, ratificó que el Congreso vota “aprobar la autorización del crédito” solamente, porque “era inaceptable sentar el precedente de un Congreso votando un plan económico de un gobierno”, consideró.

“No estamos votando un plan económico, no estamos votando el acuerdo de Guzmán y tampoco estamos votando aumentos de impuestos”, detalló. “No le digamos medias verdades a la gente porque eso es ser parte de la casta política”, reclamó.

Dijo también que votan a favor del proyecto porque no quieren “integrar el club de países en default por no votar lo que tenemos acá”.

“Es una irresponsabilidad absoluta. Han puesto a la oposición en esta trampa discursiva, pero vamos a salir bien parados”, proyectó.

“El Gobierno nos tendió dos trampas discursivas, el paquete de Martín Guzmán o el default y de esa trampa ya salimos, y la segunda trampa discursiva es la de decir que el ajuste que se viene es por culpa del FMI y eso es falso”, aseguró.

Para finalizar afirmó: “Se lo dije al expresidente de bloque (Máximo Kirchner), gobernar es pagar costos políticos”.

En tanto, Mario Negri, presidente del bloque de la UCR, dijo que Juntos por el Cambio está en el Congreso para “evitar que el sufrimiento de los argentinos en medio de la crisis no se profundice”.

“Si no estuviéramos nosotros acá el default era inevitable; hay que decirlo”, afirmó el diputado radical y también dijo tener “conciencia de que el Gobierno está atravesando un momento de debilidad y tiene una fractura política expuesta”. Pero advirtió: “Somos oposición, no estamos para cogobernar”.

Por eso, reclamó que “un presidente debe actuar con responsabilidad, con razonabilidad”. “En el FMI no se refinancia, es un nuevo crédito para pagar deudas anteriores y tienen la suerte de que les dan una ventajita de dos años”, aseveró.

“En el Gobierno no hay un acuerdo, y se pasaron dos años discutiendo qué hacían con el Fondo”, dijo respecto de la demora en las negociaciones con el FMI.

También apuntó contra el ministro de Economía, Martín Guzmán, que “quiso meter el programa de Gobierno de rondón, cuando la política se dio cuenta se fue a Houston a dar clases”. “Nos tuvo 15 días como novia despechada”, dijo.

“Quiso imponernos un proyecto para hacernos socios de un ajuste y le dijimos que no”, completó y entonces apuntó contra Máximo Kirchner por “no estar en la banca”. “En política hay que aguantar los trapos”, agregó.

Le pidió a los diputados más jóvenes que “no abandonen un gobierno”. “Cuando a un gobierno débil se lo debilita adentro empieza en un tobogán, se los digo por experiencia”, finalizó.

BOMBA DE TIEMPO

Al introducir el debate, el miembro informante del oficialismo y presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller, señaló que a partir del endeudamiento que Mauricio Macri contrajo en 2018, el Gobierno “recibió una auténtica bomba de tiempo” y que ahora “se trata de encontrar la mejor salida”.

Si bien el diputado oficialista admitió que “no hay nada que festejar” por el hecho de tener al FMI en el país, y aclaró que no cree que ahora el organismo de crédito “se haya vuelto más bueno”, sostuvo que el acuerdo es necesario porque “un default sería muchísimo más grave” para la economía argentina.

“Hemos dicho una y otra vez que no tenemos motivos para festejar, pero sí tenemos motivos para valorar que se esté logrando refinanciar los compromisos que contenían el anterior programa, concentrados en los años 2022 y 2023 sin poner en riesgo la recuperación de la economía, las políticas de crecimiento y desarrollo, evitando tener que caer en un acuerdo que contenga las tradicionales políticas de ajuste y reformas que caracterizan y han caracterizado la historia de todos los acuerdos que Argentina ha firmado con este organismo, que quitan derechos laborales, previsionales y que tanto daño le han hecho a nuestro país y los ciudadanos y ciudadanas”, argumentó.

En ese sentido, el diputado destacó que con este acuerdo “no se respetan los típicos aspectos de la ortodoxia que han prevalecido a través de la historia” del FMI en la Argentina.

“Nosotros no somos los que creemos que el FMI se volvió más bueno al firmar este acuerdo, sino que la firmeza con la que ha sido llevada la negociación desde la parte de Argentina es lo que ha posibilitado que lleguemos a esto que estamos considerando”, continuó Heller, haciendo una lectura inversa a la de La Cámpora, que está convencida de que el ministro de Economía y Finanzas, Martín Guzmán no negoció con los dientes apretados, y que prueba de ello es que tuvo que ceder a prácticamente todas las condiciones que pidió el FMI, sin lograr quita de capital, ni la eliminación de sobretasas ni plazos más extensos.

A continuación, el radical mendocino Lisandro Nieri, dijo que desde Juntos por el Cambio están “muy conformes de haber logrado una Ley que autoriza al Poder Ejecutivo a tomar un nuevo crédito” ya que “es innegable que el peor de los mundos era el default”.

El legislador de la UCR recordó el rechazo opositor a avalar un proyecto que contuviera en el articulado el programa económico, y destacó que se haya llegado a un acuerdo para quitar esa parte y solamente dejar en pie la autorización al Poder Ejecutivo para que pueda gestionar operaciones de crédito público con el FMI. 

“El programa económico es de exclusiva competencia del gobierno”, enfatizó el radical, y agregó: “Yo me pregunto, si el programa que presentaron es tan fantástico, no entiendo por qué su propia coalición no lo acompaña. La gran duda es que va a hacer hoy La Cámpora”.

En representación de la Coalición Cívica, Paula Oliveto Lago, valoró que en la sesión de hoy se esté logrando “evitar un colapso”, pero advirtió que “la crisis continúa”.

“Con responsabilidad histórica le estamos dando al gobierno la herramienta constitucional necesaria. La Coalición Cívica nunca dio un paso por fuera de la institucionalidad del país. Queremos que el Presidente entregue la banda presidencial a otro Presidente en el 2023. Pero hasta ese año háganse cargo de cómo sacar a este país adelante”, señaló, desligándose del plan económico del Gobierno. 

A su turno, la titular de la comisión de Finanzas, Alicia Aparicio (Frente de Todos), explicó que el Gobierno de Alberto Fernández no volvió a traer al FMI al país pero sí será el que “resuelva el problema logrando los objetivos de independencia económica y soberanía política”.

“Hoy no hay nada para festejar, no hay ganadores”, consideró.

El entrerriano Marcelo Casaretto (Frente de Todos) subrayó que se trató de una negociación “dura y ardua” y criticó a Macri por haber dicho que si lograba la reelección habría resuelto el problema de la deuda con el FMI “en cinco minutos”.

“No se arregla en cinco minutos porque hay una diferencia de intereses entre un organismo financiero internacional, que ha promovido políticas de ajuste y un gobierno que no acepta esas políticas de ajuste”, explicó.

El legislador peronista recordó que desde el 2016 todos los créditos stand by y de facilidades extendidas otorgados por el FMI a nivel internacional tuvieron como exigencia “reformas fiscales en el 100% de los casos, en el 90% de los casos reformas previsionales, en el 54% de los casos reformas laborales”.

“Esta es la receta del FMI. La Argentina negoció en defensa de la soberanía nacional no aceptando este tipo de medidas y por eso la negociación no duró cinco minutos porque íbamos a firmar lo que ellos querían. Íbamos a firmar lo que la Argentina necesitaba. Se fue demorando la negociación hasta que una a una esas banderas de ajuste se fueron cayendo”, concluyó.

En nombre del PRO, Laura Rodríguez Machado remarcó que “no es la primera vez que sacamos en este Congreso al país del default”.

“Ya lo hicimos cuando asumió el gobierno del presidente Macri, que sacamos a la Argentina del default, porque Néstor Kirchner había dejado en el país una ley cerrojo que impedía negociar con los holdouts y tuvimos que derogar esa ley para sacar a la Argentina del default”, evocó la legisladora macrista.

En tanto, cuestionó a Máximo Kirchner por no concurrir a la sesión y lo atribuyó a una estrategia política de desentenderse de las posibles consecuencias negativas de la aplicación del programa económico asumido por el Gobierno con el FMI para después atribuirle la culpa tanto a Alberto Fernández como a Juntos por el Cambio.

“Seguramente hay gente que quiere aprovechar esta situación, o lo quiso hacer, de dejarnos pegados con una historia, básicamente madre e hijo que dijeron ‘no, vamos a quitarle el apoyo a Fernández que se las arregle con los de Juntos por el Cambio y después vamos a salir a criticar, porque seguro que les va a ir mal'”, dijo Rodríguez Machado.

 A su turno, el macrista Gerardo Milman (diputado cercano a la titular del PRO, Patricia Bullrich) acusó al Frente de Todos de “jugar a ser oficialismo y oposición al mismo tiempo”.

“Están partidos y lo que les preocupa es que no se note. Como no pueden sentar a los propios y si los sientan no los pueden hacer votar, la decisión de su Gobierno si al final esto no sale o sale mal, al final nos van a decir: Obvio, que no fueron ellos. Háganse cargo”, soltó.

Fuente: La Prensa

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