Sistema de rastreo sanitario: ¿qué sabían los ciudadanos sobre las “vacunas inteligentes”?
“Polémica patente estadounidense 11,107,588 B2: el lado oculto de las vacunas COVID y la falta de consentimiento informado”
El título de la patente no deja lugar a dudas:
“Métodos y sistemas para priorizar tratamientos, vacunación, pruebas y otras actividades mientras se protege la privacidad de los individuos.”
El pasado 31 de agosto de 2021, la Oficina de Patentes de Estados Unidos (USPTO) otorgó oficialmente la patente US 11,107,588 B2, presentada por los inventores israelíes Gal Ehrlich y Maier Fenster. El título de la patente no deja lugar a dudas:
“Métodos y sistemas para priorizar tratamientos, vacunación, pruebas y otras actividades mientras se protege la privacidad de los individuos.”

A primera vista, la invención parecería orientada a mejorar la gestión de la salud pública en tiempos de epidemias, tal como ocurrió con el COVID-19. El sistema propuesto utiliza dispositivos electrónicos que generan IDs “anónimos” y rastrean contactos cercanos entre personas. Estos datos permiten calcular un “puntaje de riesgo” que facilita decidir quién debe recibir prioridad para vacunas, tratamientos o test.
Sin embargo, un análisis más detallado plantea preocupantes interrogantes sobre su implementación y el consentimiento informado de la población.

¿Seguimiento realmente anónimo?
Aunque la patente asegura preservar la privacidad mediante el uso de códigos anónimos, la experiencia concreta de vacunación en muchos países contradice esa promesa.
En Argentina, como en la mayoría de las naciones, cada frasco de las denominadas “vacunas COVID” incluía un código identificatorio que se registraba en la libreta sanitaria del ciudadano, junto a su nombre, DNI y otros datos personales. Lejos de tratarse de un proceso anónimo, se generaba así un vínculo directo entre el componente inyectado y la identidad del vacunado.
Más aún, diversos lotes de estas vacunas fueron distribuidos bajo estrictos controles logísticos que asociaban cada partida con los registros sanitarios, posibilitando un eventual trazado completo de cada individuo vacunado.
¿Consentimiento o manipulación?
Otro aspecto controvertido es el consentimiento.
Si bien se entregaba a los ciudadanos una planilla básica sobre “posibles efectos adversos”, jamás se detallaron los componentes completos de los productos inyectables ni su posible interacción con sistemas electrónicos, como tampoco se informó sobre tecnologías patentadas que permitieran rastrear o puntuar a los vacunados.
En otras palabras, el consentimiento fue, en el mejor de los casos, parcial o a medias. La población jamás fue notificada de que su aceptación de la vacuna podía incluir ser incorporado a un sistema global de trazabilidad sanitaria automatizada.
Este hecho viola los principios elementales del consentimiento informado, reconocido en tratados internacionales de derechos humanos y en legislaciones nacionales.
Además, diversos especialistas en bioética advierten que tecnologías como la descrita en esta patente corren el riesgo de ser utilizadas para el control social, mucho más allá del ámbito sanitario.

Un tema abierto
Si bien agencias como Reuters han desmentido los mitos que circularon en redes (como la idea de que las vacunas contenían microchips o eran utilizadas por la red 5G), eso no anula el hecho comprobado de que existe una patente oficial que describe un sistema de seguimiento electrónico, aplicado durante campañas de vacunación masiva.
La gran pregunta sigue siendo:
¿Quién autorizó su uso? ¿Qué sabían los gobiernos que autorizaron su uso? ¿Por qué no se informó adecuadamente sobre las tecnologías involucradas en el proceso?
En tiempos donde la confianza ciudadana en las instituciones sanitarias y políticas se encuentra debilitada, abrir este debate resulta no solo necesario, sino urgente.
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2 comentarios
La vacunación ha sido una operación militar, todos los vacunados emiten una señal Bluetooth y envian los siguientes datos: -Nombre, – Direccion de vacunación de cada dosis, – Dirección donde vive, – Status despierto o dormido, – Coordenadas exactas de posicionamiento actual, – Diversos datos médicos que no han sido todavía capaces de desencriptar, provenientes de puntos cuánticos que están repartidos por el cuerpo del vacunado.
Enhorabuena, en algún sitio hay un militar con un botón que al pulsarlo, os manda al otro barrio, el sueño de Rockefeller…menudos pringaos.
[…] Rastreo sanitario con vacunas inteligentes: ¿avance o control? […]