Quieren que Jair Bolsonaro convoque a un comité nacional de bioseguridad para revisar una decisión que permite la importación de harina de trigo transgénico de Argentina.

La asociación brasileña de molineros de harina, Abitrigo, indicó hoy que pedirá a la oficina del presidente Jair Bolsonaro que convoque a un comité nacional de bioseguridad para revisar una decisión que permite la importación de harina de trigo transgénico de Argentina.

Abitrigo también dijo que está evaluando las opciones legales para suspender una decisión de la agencia brasileña de bioseguridad  Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio) del jueves que aprueba las importaciones de harina de Argentina.

En el comunicado emitido hoy, Abitrigo señala que “a pesar del fuerte rechazo del mercado internacional en los últimos 20 años, Brasil se convertirá, desgraciadamente, en el primer país en aprobar el uso de trigo transgénico en el mundo”.

Y entre otras cosas, apunta que “esta decisión, cargada de incertidumbres en cuanto a sus consecuencias para el mercado y la comunidad internacional, se adoptó sobre la base de criterios que afectan a la seguridad, sin estudiar más a fondo las condiciones del mercado y el comportamiento de los consumidores”.

Puntualmente, Brasil autorizó la venta de una variedad de trigo tolerante a la sequía modificada genéticamente desarrollada por Bioceres Crop Solutions Corp., lo que marca un hito crucial en la búsqueda de la empresa argentina para demostrarles a otros países también la seguridad de esos cultivos.

De esta forma, CTNBio aprobó el lanzamiento comercial del trigo modificado genéticamente conocido como IND-00412, informó hoy el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovaciones.

En todo caso, Brasil, que es el mayor comprador de trigo argentino,autorizó la variedad tras evaluar su seguridad, aseguró hoy la agencia en un comunicado, y agregó que publicaría un video en Youtube sobre el tema durante esta jornada.

La aprobación es el hito más crucial para el trigo modificado genéticamente hasta la fecha. Antes de la decisión del jueves, solo Argentina había aprobado las semillas de Bioceres para lo que llama trigo HB4.

Si bien la gran mayoría de los cultivos de soja y maíz del mundo ya están modificados genéticamente, estos se utilizan en gran medida como alimento para el ganado. Por su parte, el trigo modificado resultó más controvertido y su adopción ha sido difícil, ya que sería consumido directamente por humanos.

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