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La agenda anti-padres en EE UU

La agenda anti-padres en EE UU

Agenda anti-padres en EE UU

La próxima amenaza a la libertad sanitaria en EE UU tendrá lugar en las escuelas de aquel el país: los Centros de Salud Escolares (SBHC); afortunadamente, nuestro país, Argentina, tiene urgencias económicas donde no hay mucho espacio para estas iniciativas, lo cual nos da tiempo para espabilarnos y estimular nuestros anticuerpos sociales ante el avance de las cadenas de la esclavitud con la sanidad como fuerza policíaca con remembranzas a la SS del Tercer Reich.

Esta iniciativa se está expandiendo por todo el país del norte, gracias a una acción federal reciente, incluida la aprobación en junio de 2022 de la Ley Bipartidista de Comunidades Seguras en el Congreso, seguida rápidamente por millones de dólares en subvenciones otorgadas a los estados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) para la expansión de SBHC.

Suena idílico para los aún millones de ciudadanos desinformados, tanto en EE UU como en el mundo, que imaginan que los centros de salud escolares son el típico modelo de atención de enfermería escolar donde se tratan enfermedades y lesiones menores. Por el contrario, la administración Biden-Harris pretende que los SBHC sean el “hogar médico” para los niños, incluidos servicios de atención primaria de salud, asesoramiento reproductivo, atención dental y asesoramiento de salud mental, reemplazando lo que el niño normalmente recibiría de proveedores fuera de la escuela. 

Peor aún, el Departamento de Educación (DOE) ha propuesto cambiar el proceso para los estudiantes con Planes de Educación Individualizados (IEP), eliminando el requisito de que las escuelas reciban el consentimiento de los padres antes de presentar solicitudes de reembolso de los programas de ayuda sanitaria a los desfavorecidos en nombre de sus hijos (lo que se conoce como Medicaid). Cuando las escuelas presentan reclamos de Medicaid en nombre del niño, la atención y los servicios que los padres buscan fuera de la escuela corren el riesgo de ser negados, impidiendo que el niño reciba la atención que necesita. 

Dado que los SBHC carecen de una regulación adecuada , no existe un estándar establecido sobre quién emplea a los proveedores, qué servicios se ofrecen, si los servicios se brindan solo a estudiantes o también a la comunidad en general, o cómo se maneja la presencia y el consentimiento de los padres. La mayoría de las escuelas solo piden a los padres que firmen un formulario único al comienzo del año escolar para que sus hijos puedan ser atendidos en el SBHC en cualquier momento y por cualquier motivo durante el año escolar.

Otras escuelas en estados con leyes de consentimiento de menores no sólo están eludiendo el consentimiento de los padres, sino que también retienen intencionalmente información en nombre de “la privacidad del estudiante”.

Algunos defensores de los SBHC argumentan que estas clínicas en las escuelas promueven un mejor acceso a la atención médica para los niños y alivian a los padres ocupados de la carga de llevar a sus hijos al médico. Pero la ética médica no permite que los médicos traten a menores sin la presencia de un padre o tutor, razón por la cual los padres no pueden simplemente dejar a sus hijos en el consultorio del médico y regresar más tarde a recogerlos. Como se indicó anteriormente, ni el gobierno federal ni ningún estado proporciona barreras de seguridad para el consentimiento de los padres, la presencia de los padres durante el tiempo del tratamiento o la privacidad de los datos de salud de los estudiantes dentro del SBHC.

Lo que es peor, estamos viendo una ola de estados en todo el país que presentan proyectos de ley para reducir la edad de consentimiento para recibir atención médica de 18 años a tan solo 11 años. Esto significa que las escuelas no tienen que obtener el consentimiento de los padres para tratar al niño y peor aún, la objeción de los padres al tratamiento no tiene sentido. Cuando se combina el impulso para la expansión de la atención médica dentro de las escuelas (un lugar donde los niños están lejos de sus padres) con el impulso para leyes de consentimiento de menores (que anulan la necesidad de los padres), la agenda anti-padres se vuelve clara. 

Un ejemplo de esto en tiempo real se puede ver en California. En 2011, California aprobó una ley de consentimiento de menores que permite a los niños dar su consentimiento a su propia atención médica a partir de los 12 años. En julio de 2022, el Centro de Innovación y Derecho Político de Harvard y la Universidad de California publicaron conjuntamente su investigación que demuestra que los centros de salud escolar son incluso más eficaces para aumentar las tasas de vacunación contra el VPH que los propios mandatos estatales. Combinar las SBHC con leyes de consentimiento de menores elimina casi por completo el mayor obstáculo para las vacunas contra el VPH: la objeción de los padres. Y, por supuesto, contra cualquier otra intervención médica, incluyendo las vacunas experimentales.

Los argentinos debemos estar informados y no tenemos que quedarnos de brazos cruzados mientras se aprueban políticas predatorias en otros países; la lógica de esta horrible visión viene avanzando en el mundo de diferentes maneras y dejando a la sociedad cada vez más vulnerable; los ancianos y los niños son los más expuestos.

Aunque esta agenda anti-padres no cuenta con los recursos para expandirse rápidamente en nuestro país, en los últimos veinte años, hemos visto como si lo hacía otra que socava la autoridad de los maestros, creando caos en las escuelas, limitando la capacidad para hacer la tarea educativa y con resultados que todos conocemos.

Es muy simple, si miramos de donde venimos, donde estamos y trazamos una proyección, claramente podemos deducir donde estaremos si no despertamos.

Pablo de la Iglesia

Con información adaptada de La Agenda Anti-Padres

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