Inflamación de Bajo Grado: Un enemigo al acecho
El Naturópata Pablo de la Iglesia nos cuenta porqué hay que evitarla para vivir más años …y mejor
La inflamación de bajo grado es aquella que no se corresponde con una inflamación aguda (que aparece en situaciones como golpes, lesiones, heridas o quemaduras), ni crónica (hace referencia a cambios estructurales y funcionales en determinados tejidos que se mantienen a lo largo del tiempo. Por ejemplo una gastritis), pero que repercute en todo el organismo. Se puede manifestar de muchas formas: dolor de articulaciones, dolor de cabeza, hipertensión arterial, etc.
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Este tipo de inflamación puede dar lugar a un amplio abanico de síntomas que en su mayoría están relacionados con el metabolismo. La inflamación de bajo grado se caracteriza porque no hay cambios en el tejido y las únicas alteraciones observables son a nivel inmunológico.
Además, la inflamación de bajo grado no es localizada, sino que afecta a todo el cuerpo y es de curso crónico, ya que no alcanza un grado suficiente como para activar las vías metabólicas de resolución de la inflamación.
Causas de la inflamación de bajo grado
El organismo siempre tiende a mantener un equilibrio para que las células trabajen correctamente. Cualquier cambio en el medio extracelular (el líquido que baña a las células) va a alterar el metabolismo celular, generando inflamación gracias a la liberación de unos mensajeros químicos llamados citoquinas. Esta inflamación, en realidad, es un intento del cuerpo de adaptarse a la nueva situación.
Hay muchos factores que pueden causar estrés a nivel celular, veamos algunos de los más frecuentes: