El edificio que se incendió por un cortocircuito pertenece al Estado y carecía de medidor

El incendio en la ex escuela provincial N°47 “Justa Gayoso”, en la zona del ex Frigorífico Yuquerí en Benito Legerén, rompió con la tranquilidad de esa zona, a la par que vino a llamar la atención acerca de una realidad, en principio, difícil de explicar.

¿Qué hacían familias enteras viviendo en una exescuela? ¿Cómo llegaron allí? ¿Les pertenece ese edificio? ¿Tenían una conexión segura a la energía eléctrica? Tales fueron las preguntas que, en las primeras horas transitadas tras la emergencia, comenzaron a abrirse paso, en procura de respuestas.

En los primeros minutos posteriores al incendio, trascendió que en la escuela habitaban 12 familias conformadas por varios menores de edad, quienes que quedaron en la calle tras producirse el siniestro. Además, dos menores chicos, uno de tres años y otro de nueve meses, fueron salvados tras sacarlos desvanecidos de entre las llamas. Habían quedado atrapados e inhalaron humo.

El incendio, según se supo, se originó por un cortocircuito en un alargue prolongador eléctrico tipo zapatilla y luego se extendió por el cielorraso del inmueble. 

La reacción de la municipalidad estuvo orientada, como lo exigía la situación, a socorrer a las familias damnificadas. El Secretario de Desarrollo Social, Fernando Barboza, explicó que se aplicó un “protocolo de emergencia”, para asistir y contener a los afectados por el incendio.

“Hubo muchas familias afectadas, tres de ellas lo perdieron todo. Por suerte no hubo que lamentar víctimas y los bomberos pudieron acudir rápidamente al lugar para sofocar el incendio. Por supuesto que desde la Municipalidad vamos a asistir a las familias afectadas”, manifestó Barboza. 

“Se trata de familias muy humildes del barrio que tienen muchos chicos, así que estamos trabajando con Desarrollo Social de Provincia que nos va a dar una mano mientras desde la secretaría de Desarrollo Social y producción también asistimos”, concluyó respecto al tema.

Dos datos que no fueron mencionados

Tal vez porque no fue considerado oportuno ni prudente, la información oficial tras el incendio omitió hacer referencia a dos datos claves, que podrían incluso tener alguna consecuencia jurídica para la Municipalidad de Concordia.

Primero, que el lugar incendiado es propiedad de la municipalidad.

En efecto, en tiempos en que era intendente Gustavo Bordet, se anunció, “en el marco de la política de recuperación de espacios públicos para la comunidad”, la adquisición en remate judicial, promovido por cobro de tasas municipales, del edificio en el que funcionara la Ex- Escuela Provincial Nº 47, Justa Gayoso de Benito Legerén. Operación en la que el Municipio hizo uso de la compensación de su crédito, no generando ningún desembolso para el erario público.

En aquel momento, la compra del lugar fue justificada con un noble propósito, según la información municipal: “que un patrimonio histórico, y cultural de la región no se pierda, viabilizando se proyecte a futuro el mejor destino tendiente a preservarlo, mantenerlo y posibilitar el disfrute por todos los ciudadanos y la comunidad de Benito Legerén, que agradecida y esperanzada desea y espera revivir las sensaciones que el lugar les despierta, y que desde ahora pasará a ser nuevamente accesible para todos”.

Varios años después, la realidad nos golpea con particular dureza. Ni hubo preservación, ni hubo disfrute. Por el contrario, lo que hubo fue pobreza y ocupación.

Algunos memoriosos aseguran que las familias que han estado viviendo en la exescuela fueron llevadas allí, varios años atrás, por una funcionaria municipal abocada a la tarea de reubicar a quienes vivían en zonas bajas, inundables.

El segundo dato al que no se hizo referencia tras conocerse el incendio es que ese predio municipal en el que viven estas familias no tiene medidor de energía eléctrica. Dicho de otro modo, sus ocupantes estaban en su mayoría enganchados. Quizá, porque carecen de papeles para respaldar que estén viviendo allí.

“Hace muchísimos años que no tiene medidor y reiteradas veces se realizaron desconexiones de enganches. Todo el entorno tiene servicio regular e incluso últimamente se han loteado y construido buenas propiedades, pero la exescuela no tiene medidor”, insistió un referente de la Cooperativa Eléctrica, consultado por El Entre Ríos.

En resumidas cuentas, el incendio ocurrió, por un cortocirtuito, en un predio municipal usurpado y enganchado.

La zapatilla

Una de las vecinas dialogó con cronistas de Diario El Sol y contó que en la zapatilla donde habría tenido lugar el cortocircuito “solo estaban conectados una televisión y un cargador de celular”. En esa habitación, que quedó completamente destruida y se quemaron todos los bienes materiales, dormían los dos menores de edad anteriormente mencionados junto a su madre y su abuela, quien padece cáncer y toma Clonazepam para poder dormir.

La abuela de las criaturas, Graciela, explicó que ella toma “Clonazepam para dormir, pero anoche no me dormí como suele hacerme dormir la pastilla, por eso me desperté y solo atiné a abrir la puerta para sacar a mi hija y mi nieto porque teníamos el techo prendido fuego encima”. “Fue una desgracia con suerte”, agregó, “porque todos estamos bien”.

Por otra parte, desde Bomberos Voluntarios informaron que un hombre debió ser trasladado al hospital Masvernat por presentar quemaduras en sus manos. Asimismo, desde la entidad comunicaron que el incendio afectó cuatro sectores del inmueble, las cuales cubrían una superficie de aproximadamente 10×8 metros.

En el lugar trabajaron dos dotaciones de Bomberos Voluntarios y dos de Bomberos Zapadores.

Fuente: El Entre Ríos


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