“Demasiado rápido para ser natural”: médicos de alto nivel advierten que el diagnóstico de ‘turbo cáncer’ de Biden genera alarma sobre las secuelas del ARNm.
“¿Cómo puede uno de los hombres más vigilados del mundo desarrollar repentinamente un cáncer terminal tipo ‘turbo’ sin que nadie lo note?”
Esa es la pregunta que circula en redes sociales y entre médicos, luego de que se revelara que el expresidente Joe Biden fue diagnosticado con una forma agresiva de cáncer de próstata que se ha propagado a los huesos.
Con una puntuación de Gleason de 9 y un grupo de grado 5 —la abreviatura clínica para uno de los tipos de cáncer de próstata más mortales y agresivos—, el diagnóstico sorprendió incluso a los médicos más experimentados. El anuncio se produjo pocos días después de que, según se informa, los médicos descubrieran un simple “pequeño nódulo” en su próstata, lo que generó más preguntas que respuestas.
¿Se trató de un descuido catastrófico, un encubrimiento deliberado o de un caso clásico del llamado “cáncer turbo”, el aterrador fenómeno en el que las neoplasias malignas parecen surgir de la noche a la mañana y propagarse a una velocidad devastadora?
A pesar de tener acceso a la atención médica más exclusiva del planeta, incluidos los exámenes físicos de rutina en Walter Reed, el cáncer de Biden de alguna manera pasó desapercibido hasta que alcanzó una etapa avanzada que muchos médicos de primer nivel dicen que simplemente no debería suceder, especialmente no a un ex comandante en jefe bajo vigilancia constante por parte de los mejores en medicina.
“Inconcebible” — Médicos de alto rango alertan “Es inconcebible que esto no se estuviera siguiendo antes de que dejara la presidencia”, declaró el Dr. Howie Forman, profesor de radiología y salud pública de Yale. Según Forman, la progresión de un cáncer tan agresivo se habría detectado mediante la prueba rutinaria de PSA (antígeno prostático específico), un procedimiento estándar para hombres mayores de 50 años.
El Dr. Forman señaló que Biden debe haberse hecho pruebas de PSA “numerosas veces antes” y calificó sin rodeos el diagnóstico en etapa avanzada como “extraño.” En una publicación posterior, preguntó si a Biden se le había hecho algún examen en los últimos diez años, o si los resultados anteriores del PSA fueron sospechosamente retenidos.
El término “cáncer turbo” ha comenzado a circular entre círculos médicos y comentaristas en línea, refiriéndose a cánceres agresivos en etapa avanzada que parecen surgir de la nada y propagarse como un reguero de pólvora. Y ahora, se rumorea en relación con Biden.

Dr. Siegel: “Estoy desconcertado”
El Dr. Marc Siegel, analista médico senior de Fox News, expresó una incredulidad similar. “Estoy un poco sorprendido de que esté tan avanzado”, admitió, destacando que la mayoría de los cánceres de próstata se detectan en etapas tempranas mediante análisis de sangre, no durante exámenes físicos, como supuestamente ocurrió con Biden.
“Todos en la comunidad médica saben que este es el único cáncer en los hombres al que realmente hay que prestar atención”, continuó Siegel. “Sería realmente sorprendente que no se estuvieran realizando pruebas de detección tan rigurosas”.

La conmoción entre los profesionales es palpable. Según Siegel, una prueba de PSA estándar debería haber detectado esto mucho antes de que Biden experimentara síntomas como problemas urinarios, que suelen aparecer solo después de que el cáncer ya se ha propagado.
Dr. Shusterman: “Nunca visto”
En News Nation, el urólogo Dr. David Shusterman fue aún más allá, calificando el caso de Biden como “nunca visto”.
“Es muy poco probable que alguien se haga chequeos anuales y no se dé cuenta”, dijo, describiendo el diagnóstico de cáncer de próstata Gleason 9 como casi imposible para alguien que está siendo monitoreado regularmente. Shusterman afirmó que un cáncer así “tiene que haberse propagado durante varios años”, y concluyó sin rodeos: “Definitivamente hay evidencia de que él sabía de esto hace tiempo.”
Para agregar más leña al fuego, Donald Trump Jr. compartió una captura de pantalla del médico Dr. Steven Quay, quien dijo que el cáncer de próstata es “el cáncer más fácil de diagnosticar cuando recién empieza” y preguntó cómo podría haber avanzado a metástasis óseas sin que nadie lo notara.
¿La implicación? Un posible encubrimiento de la verdadera condición médica de Biden — algo que podría haber afectado las elecciones de 2024, donde Biden todavía era el favorito demócrata hace solo unos meses. En febrero de 2024, el Dr. Kevin O’Connor, médico de confianza de Biden, emitió una evaluación de salud favorable, declarándolo “apto para ejercer”.

Ahora esa evaluación parece cada vez más dudosa. La rápida propagación. El descubrimiento tardío. Los informes de salud contradictorios. La insistencia en que no había nada mal — hasta que de repente todo cambió. El diagnóstico de Biden genera más que señales de alerta médicas — genera señales políticas.
¿Estaba la Casa Blanca al tanto del cáncer antes? ¿Se ocultaron los resultados de las pruebas? ¿Se engañó al público durante un año electoral?
Y lo más importante, ¿por qué las autoridades sanitarias siguen intentando confundirnos sobre el “cáncer turbo” y las secuelas del lanzamiento del ARNm?
Fuente: The People´s Voice (traducido por IA)
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