25 años de agua termal en Chajarí: un regalo que cambió nuestra historia
Un cuarto de siglo después de aquel hallazgo, las aguas termales siguen siendo el corazón turístico de Chajarí y un motivo de orgullo para toda la comunidad.
Hace 25 años, Chajarí vivió un amanecer distinto. Era un 21 de agosto del año 2000, cuando, a más de 800 metros bajo tierra, brotó un manantial de agua cálida y cristalina que desde entonces se convirtió en mucho más que un atractivo: fue y es un símbolo de identidad, bienestar y unión para toda la comunidad.
Ese día comenzó a escribirse una nueva página en la historia de nuestra ciudad. Y con ella, llegó un motor que impulsó al turismo, abrió puertas al trabajo, trajo visitantes de todo el país y nos enseñó a mirar nuestra tierra con otros ojos: los de quienes descubren en Chajarí un rincón donde la naturaleza y el descanso se abrazan.
Un sueño compartido
El Parque Termal, inaugurado en 2001 y hoy bautizado con el nombre del intendente Daniel Pedro Tisocco —quien tanto luchó por hacerlo realidad—, fue el fruto de un sueño colectivo. Vecinos, trabajadores, emprendedores y autoridades apostaron juntos a que esta ciudad, conocida por su energía emprendedora y su calidez humana, también podía convertirse en destino turístico.
Lo lograron. Y desde entonces, cada pileta de aguas termales, cada sendero de la reserva natural, cada espacio de descanso, lleva la huella de quienes soñaron con un lugar para disfrutar y cuidar.
Orgullo y pertenencia
Para muchos chajarienses, el Parque Termal no es solo un complejo turístico: es parte de la vida cotidiana. Es donde se disfruta en familia un fin de semana, donde se llevan los nietos a jugar en el agua templada, donde los visitantes se van con una sonrisa y el corazón liviano.
Hoy, al cumplir 25 años, el agua termal nos invita a celebrar no solo el pasado, sino también el futuro: la posibilidad de seguir creciendo, cuidando este recurso único y compartiéndolo con quienes nos visitan.
Un aniversario con gratitud
En cada aniversario, no se festeja solo el agua: se festeja la identidad de Chajarí. Ese espíritu hospitalario que hace sentir en casa a los turistas, la fuerza de la comunidad que apostó por un proyecto que parecía lejano, y el orgullo de ver cómo la ciudad se convirtió en referencia turística de Entre Ríos y de la Argentina.
Que estos 25 años sean un recordatorio de lo que somos capaces de lograr cuando trabajamos juntos. Y que el agua termal de Chajarí siga siendo, por muchos años más, el refugio de descanso, salud y alegría que tanto queremos.
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