El kirchnerismo prepara una sesión en el Senado con mensajes a la Corte, Horacio Rodríguez Larreta, Martín Guzmán y Sergio Massa

Este jueves se aprobará el proyecto de Parrilli para limitar el accionar del ministro de Economía, pero también se dará aval a los decretos de Fernández por la pandemia y se creará una comisión por la hidrovía.

Por Gustavo Ybarra

espués de un mes con el recinto cerrado por los contagios de coronavirus que afectaron tanto a legisladores como al personal, el Senado volverá a reunirse este jueves para celebrar una sesión cargada de señales políticas que llevan la indiscutida marca de Cristina Kirchner.

La Corte Suprema, Horacio Rodríguez Larreta y hasta el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, son algunos de los destinatarios de los mensajes que la vicepresidenta enviará desde el recinto del Senado en el que, paradójicamente, estará ausente por encontrarse ocupando la presidencia ante la gira por Europa de Alberto Fernández.

Pero el plato fuerte de la jornada tendrá como protagonista al ministro de Economía, Martín Guzmán, a quien la mayoría kirchnerista del Senado le pedirá que aplique a solventar los gastos generados por la pandemia, y no a cancelar deuda, los derechos especiales de giro (DEG) que el FMI distribuirá entre sus países miembros en agosto próximo.

En el caso de Argentina, la cifra ascendería a unos US$4300 millones destinados a reforzar las reservas monetarias.

El proyecto fue presentado por el ultrakirchnerista Oscar Parrilli (Neuquén), habitual vocero de las posturas de Cristina Kirchner en el recinto, y obtuvo dictamen con el apoyo en soledad del oficialismo, la semana pasada.

El ministro de Economía, Martín GuzmánRodrigo Néspolo / LA NACION

Al defender su iniciativa, Parrilli negó que el proyecto de declaración apunte a ponerle límites al accionar de Guzmán, quien desde hace varios meses busca renegociar los vencimientos de la deuda con el FMI. Por el contrario, el senador aseguró que la iniciativa tiene como destinatario al organismo de crédito, para que atienda la situación de los países emergentes y deje de reclamar recetas de ajuste fiscal, y para lo que calificó como “operadores”, a los que no identificó, que presionan para que el Gobierno utilice los DEG para cancelar deuda.

Sin embargo, las explicaciones de Parrilli no prendieron en la oposición. “Esto es un claro intento de marcarle la cancha al ministro Guzmán”, denunció Julio Martínez (UCR-La Rioja).

La sesión comenzará con una buena señal para el Gobierno, ya que la mayoría oficialista ratificará los tres decretos de necesidad y urgencia (235, 241 y 287) que enfrentaron al Poder Ejecutivo con el jefe de gobierno porteño por el cierre de las aulas en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) ante el avance de la segunda ola de coronavirus.

Será una manera de blindar esos decretos, que ya no podrán ser rechazados por el Congreso; y de paso enviarle una señal a la Corte Suprema de Justicia. En la lectura de la vicepresidenta y del kirchnerismo, esta ratificación contribuirá a darle sustento legal a los DNU, a pesar de que el máximo tribunal ya cuestionó la constitucionalidad del primero de ellos.

Massa y la Hidrovía

Otro gesto fuerte será la aprobación de un proyecto de ley que crea una comisión de control y monitoreo de la Hidrovía del Río Paraná, cuya estatización es reclamada por los sectores más radicalizados del kirchnerismo.

La iniciativa le da un fuerte poder de incidencia al Congreso para controlar al concesionario encargado del dragado, balizamiento y cobro de peaje en la vía fluvial por la que sale una porción importante de las exportaciones de las provincias argentinas.

Mario Meoni, Sergio Massa y Alexis Guerrera, nuevo ministro de Transporte Prensa

Al borde de su conclusión y con el proceso licitatorio demorado por la pandemia, el Gobierno decidió prorrogar la concesión, que se encuentra en manos de la firma luxemburguesa Jan de Nul.

Esa prórroga generó malestar en el kirchnerismo duro, que ve la mano y los intereses de Sergio Massa en el mantenimiento en manos privadas de la Hidrovía. Para entender el enojo, hay que recordar que el Ministerio de Transporte quedó bajo la órbita del presidente de la Cámara baja en el loteo del poder entre las diferentes tribus que integran el oficialismo, primero con el fallecido ministro Mario Meoni y ahora con su sucesor, Alexis Guerrera.

Gustavo Ybarra – La Nación

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