Diego Guelar: “Los acuerdos entre China y Argentina tienen mucho de anuncio y poco de concreción”

El exembajador argentino en China señaló a la administración de la política exterior del Gobierno como “delirante” y confusa. “Hoy si no acordamos con el FMI ni Rusia, ni China le van a prestar dinero ni van a invertir en Argentina”, explicó.

por Lara López Calvo

El exembajador argentino en China durante la presidencia de Mauricio Macri, Diego Guelar, se refirió a la reciente firma de la declaración conjunta entre Alberto Fernández y Xi Jinping en Pekín y apuntó contra nuestro Presidente: “La descripción ideológica de Alberto de un FMI anti argentina, una conspiración, es un delirio. No lo puedo describir de otra forma”.

El también exjefe de las embajadas de Brasil y Estados Unidos, en una entrevista mano a mano con El Cronista, adelantó que los dos primeros negocios que avanzarán serán el parque solar de Caucharí y la central nuclear Atucha III.

Al gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, lo definió como “chanta” porque “hizo un circo” al haber firmado el contrato del megaproyecto chino dado que el interlocutor “no es él, es nacional”.

– ¿Cómo evalúa la gira por China de Alberto Fernández?

– Esta administración en política exterior tiene características muy muy confusas, sin un lugar, sin una meta, sin un programa. No tienen un planteo para que salgamos de esta crisis y nos están poniendo en riesgo de no normalizarla. Hoy si no acordamos con el FMI, ni Estados Unidos, ni Rusia, ni China, ni la Unión Europea nos van a prestar un peso ni van a hacer una sola inversión.

-¿Qué significa sumarse a la “Ruta de Seda”?

– Haber adherido a La Ruta, que es la política exterior de China, significa transformarnos en uno de los 140 socios que tiene en el mundo. En nuestra región Chile y Uruguay ya lo firmaron. Hay 11 países de la Unión Europea que participan. Esto corresponde a la política exterior China, para poder decir qué volumen de socios estratégicos adhieren a una propuesta China con capital en Beijing. 

– ¿Alberto Fernández puso en riesgo el acuerdo al decir que la Argentina debe romper su dependencia con Estados Unidos y el Fondo?

– Alberto tiene una descripción de la geopolítica delirante. No la puedo llamar de otra forma. Ve un mundo dividido en occidente y Estados Unidos, con una dependencia con la cual hay que romper, con un Fondo Monetario que es de ese grupo y, luego, hay otro mundo. Esto no es cierto, en el FMI están todos. Está Estados Unidos, China como máximo accionista, Rusia en un porcentaje menor, la Unión Europea. Es decir, están todos nuestros socios y todos nuestros mercados. La descripción ideológica de Alberto de un FMI anti argentina, una conspiración, es un delirio. No lo puedo describir de otra forma.

– ¿Cómo le va a caer al FMI esta actitud de Alberto Fernández?

– Creo que va a haber muchas sorpresas por las declaraciones que ha hecho. La realidad es que yo estoy seguro de que Putin, que es un político extraordinariamente importante, le recomendó que cierre el acuerdo con el Fondo. Ni hablar de Xi Jinping que fue fundamental para el crédito de 2018. Había convicción de que había que ayudar a la Argentina a pagar sus deudas para que no cayera en default. Temas como la preservación del medio ambiente, las cuestiones de genero, están en discusión en todo el mundo y admiten posiciones contrapuestas. Esto no, para evitar entrar en default el campo del delirio no tiene posibilidad.

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-En noviembre de 2004 Argentina tuvo una mala experiencia con el anuncio de Néstor Kirchner de inversiones por u$s 20.000 millones que nunca llegaron ¿Ahora sí se van a concretar?

– Los acuerdos entre Argentina y China tienen mucho de anuncio y poco de concreción. Yo creo que hay que mirar el dato acumulativo. Los anuncios de Néstor, de Cristina, de Mauricio y estas firmas tienen mucho de anuncio y un pedacito de concreción. Pero la concreción se va acumulando. Deberíamos ser más prudentes en los anuncios, pero finalmente la realidad es que China es nuestro segundo socio comercial después de Brasil. Los pedacitos de realizaciones se han ido acumulando. Yo soy muy optimista creo que la relación está encarrilada, con muy buenas perspectivas por delante. Los anuncios junto al delirio a veces nos pueden causar daño. Pero, si hacemos un análisis acumulativo podemos ser benevolentes con el exceso de anuncios y concentrémonos en algo realizable. Detrás de cada decisión inversora hay un largo camino por delante.

-¿Qué negocio entre Argentina y China va a ser el primero en concretarse?

– Lo que mejor veo porque tiene un antecedente muy exitoso son los paneles solares de Caucharí en Jujuy. Actualmente ya es el paño solar más importante de América Latina con 300 megawatts. Espero que se concreten los créditos que se vienen negociando para la ampliación. El otro tema muy importante, que yo cerré la negociación en junio de 2019 es Atucha III. Una obra de tecnología nuclear que la empezó a negociar Cristina. Es una obra importantísima que recibirá u$s 8.300 millones de crédito, 20 años de financiación con 8 años de gracia.

– ¿El contrato comercial ya está firmado, es así?

– Ahí hubo una gran chantada de Kicillof que hizo un circo de haber firmado el contrato hace unos días. Eso es falso. Él no es el interlocutor. La obra pasa por la provincia de Buenos Aires, pero si es que se materializó el contrato la contraparte la tuvo que firmar el Presidente. La obra es nacional. Igual, si se firmó el contrato comercial tiene todavía por delante dos pasos muy importantes para concretarse. El primero, la factibilidad medioambiental y, por otro, la elegibilidad para el crédito. Ya estaba acordado en 2019 que era con el banco ICBC. Ahora, ese crédito con garantía soberana tiene que estar contemplado en el Presupuesto y por las condiciones de crisis en las que está Argentina va a llevar un tiempo incluirlo.

Espero que se resuelva porque yo reo que es una obra muy importante, muy conveniente para Argentina. Pero no es soplar y hacer botellas, no es lo que dijo Kicillof. Acá lo que está en juego no es Alberto Fernández, sino la Argentina.

– Estados Unidos nos pidió no usar el 5G de Huawei, ¿acordar con China cómo va a impactar?

– Hay que diferenciar dos temas. Una cosa es el delirio de Alberto y otra es el hecho de que en tecnología Estados Unidos y China están compitiendo y Huawei logró un manejo de calidad y precios extraordinario, muy competitivo. Entonces, algunas cosas pueden no gustarle a Estados Unidos. Hay un frente muy duro de combate. Pero hoy por ventajas comparativas donde se presenta Huawei gana la licitación. 

– Además de esta central nuclear, las granjas de cerdos son muy criticadas por agrupaciones ambientalistas. ¿Cómo va a impactar en las inversiones?

– Yo firmé el protocolo para que podamos exportar cerdos. Creo que hay que dar el debate y darle mucha información a los medioambientalistas. Yo creo en el medio ambiente como un dato central de inclusión en el sistema productivo argentino. Creo que Argentina debería ser de los países de primera línea en el esquema de incluir las cuestiones medioambientales en temas de producción animal. No para no hacer, sino para que se cumpla con las reglamentaciones que hoy existen en el mundo, fundamentalmente en la Unión Europea, que son muy avanzadas y que permiten que se pueda conciliar el crecimiento. Hoy tenemos 5 millones de cabezas de cerdos en la Argentina, yo creo que tendríamos que tener un plan activo para llegar a 50 millones y desarrollar con las mejores técnicas medioambientales un sector de producción porcina muy importante y no contaminante. Es totalmente posible técnicamente.

Fuente: El Cronista

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