Aprender 2021: preocupante muestra de deterioro en la comprensión lectora

Recientemente se han conocido las cifras nacionales de las pruebas Aprender 2021, las que permiten medir el desempeño tanto a nivel nacional como provincial, en las asignaturas Lengua y Matemática, en los alumnos de 6° grado de la enseñanza primaria.



Esas pruebas, las que se realizaron en diciembre último, muestran, según la opinión casi unánime de los expertos, un escenario sombrío. Sobre todo, por el hecho que se observa apenas una leve variación en los aprendizajes respecto a la prueba anterior, los que ya también así, fueron caracterizados. La única noticia positiva que se conoce respecto al operativo que nos ocupa es un ponderable aumento en el número de los alumnos participantes, algo que por sí solo, resulta insuficiente para alentarse.



Como se ha señalado precedentemente, los resultados conocidos son los referidos a nivel nacional, correspondiendo a cada gobierno provincial darlos a conocer en lo que respecta a cada una de sus jurisdicciones. De allí que deba señalarse que carecemos de información en lo que hace a nuestra provincia, a diferencia de lo que acontece en el caso de Mendoza y Córdoba, respecto a las cuales la información dada a conocer por sus gobiernos, las colocan a las mismas en un primero y segundo lugar respectivamente entre todas ellas.

Entre tanto, los resultados que nos interesan a los fines de esta nota son los de las pruebas de Lengua, ya que ellos son el paso previo para poder hacer una referencia a lo que es la “comprensión lectora” y la importancia de esta.

Es así como de los resultados de la evaluación en Lengua se desprende que en esa disciplina hay un aumento del nivel “por debajo del básico” y del nivel “básico”. Así, un 22,3 por ciento de los estudiantes no alcanzó el punto base necesario, y el 21,7 por ciento que sí alcanzó el “nivel básico” queda detrás del 17,6 de 2018. En el nivel “satisfactorio” en el desempeño en lengua, el 33,6 por ciento de esta muestra es menor al 39,9 de 2018. Y en el nivel de resultados “avanzados”, el 22,4 por ciento queda muy por detrás del 35,4 de ese mismo año.

Por otra parte, debe señalarse que entre los componentes de la materia Lengua, aparte del “saber escribir” como acto concreto, el “saber leer” – que incluye el saber escribir” en un sentido amplio, en el que resultan factores importantes la gramática y la ortografía- ocupa un lugar principalísimo, aunque apuntalado por los dos otros componentes señalados, el factor conocido vulgarmente como “comprensión de textos”. Al cual, también dentro del ámbito que nos ocupa, se lo conoce como “comprensión lectora o lectura comprensiva”.

Entendiendo por ella, la capacidad de entender lo que se lee, tanto en referencia al significado de las palabras que forman un texto, y el sentido dentro y fuera del argumento total.

Debemos ver en ella una destreza, en este caso de carácter lingüístico, que nos permite no solo interpretar un texto escrito sino también a través del intercambio comunicativo verbal, comprender lo que se nos está diciendo. Algo que significa para cada persona entender y relacionar el texto con el significado de las palabras. Es el proceso a través del cual el lector “interactúa” con el texto, sin importar la longitud o brevedad del párrafo.

A la vez, no debe dejar de advertirse que existe una gradación en la comprensión de un texto, lo cual, entre otros factores, está condicionado por la edad, el medio social y el nivel de estudios. De allí que se diga que “es posible comprender un texto de manera literal (centrándose en aquellos datos expuestos de forma explícita), crítica (con juicios fundamentados sobre los valores del texto) o inferencial (leyendo y comprendiendo entre líneas), entre otras formas. Y que, al finalizar el ciclo de la enseñanza primaria, es difícil que se avance mucho más allá que de la interpretación literal del mismo.

Y esa interpretación literal es la que se caracteriza por la recuperación de la información explícita del texto. Implica el conocimiento del código escrito de forma efectiva, con suficiente fluidez, como para evitar interferencias como el silabeo, pero en sus fases más simples, leer decodificando es la meta fundamental del lector.

Para después, ya al final de la enseñanza primaria, ser capaz de reorganizar el texto, mediante clasificaciones, resúmenes o síntesis. Al mismo tiempo que ser capaz de agrupar conceptos e ideas, al momento de procesar el texto leído.

Como puede observarse, el proceso que permite el desarrollo de nuestros chicos (y chicas) en esta materia es una cosa seria y debe tomarse por eso muy en serio. Algo que exige el apoyo a los maestros de padres, compañeros del grupo y asociaciones intermedias.

Fuente: El Entre Ríos


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